El pulso: la llamada del apocalipsis

Crítica de Silvia Lopresti - Tiempo de Pochoclos

Basada en una historia del maestro del terror Stephen King, cuenta con un elenco increíble que incluye actores como el ídolo de las películas de la década de los ochenta John Cusack, el multifacético Samuel L. Jackson y la no tan pequeña Isabelle Fuhrman (la tétrica actriz que en el pasado saltó a la fama con la película 'La huérfana').

Con la dirección de Tod Williams (director de 'Paranormal Activities 2') y bajo el guión reescrito y supervisado por el mismo King, esta película de suspenso contiene ingredientes novedosos que nos saca de los que ya nos tiene acostumbrados el cine apocalíptico.

Una señal en la comunicación inalámbrica ataca, de forma global, a cada persona que esté utilizando su celular. De esta manera, aquellas personas que se vean afectadas por el uso de su dispositivo sufrirán un tipo de transformación que los terminará por deshumanizar de forma violenta. Y eso aterra.

La trama comienza intempestivamente, casi que al espectador no se le da tiempo de que digiera los primeros minutos de la historia ya que el caos en todo su esplendor se hace presente. En todo su esplendor. Sépanlo.

Aquellos primeros momentos en que se presenta el factor desencadenante de la historia los mantendrá al filo del asiento. Es potente, intensa, rápida; es una verdadera joya del cine y la narrativa.

Una vez que el cimbronazo inicial y explicativo hace furor, la historia comienza a desarrollarse: los dramas y el pasado de los personajes, las pruebas que deben pasar, las decisiones que tienen que tomar. El virus, la señal, el pulso que transforma a la gente en autómatas violentos (especie de zombies ultra rápidos en sus movimientos pero no hambrientos ya que no atacan para consumir) avanza despiadadamente y los protagonistas deberán encontrar una forma de esquivarlo, rescatar gente y sobrevivir.

El comienzo del relato, como se dijo con anterioridad, es vertiginoso; no obstante, a medida que la historia comienza a tomar color resulta en una película más del subgénero apocalíptico. Las interacciones son parecidas a lo que ya se ha visto, incluidas las frases y conversaciones debido a que el nudo de esta historia descansa en cosas anteriormente vistas en otros films. De todas maneras, se recupera de forma veloz y termina como empezó: un final galopante que estremece al corazón con lo inesperado de su giro.

Samuel L. Jackson hace un papel interesante y, como siempre, gracias a su carisma, es el actor y el personaje más real e identificatorio de la intriga. John Cusack es un gran actor (eso no se niega), que deslumbra en el primer segmento de la película, pero que termina perdiéndose en el argumento central y deja de elaborar la química obtenida con Jackson que explotó en los primeros momentos de la historia para reemplazarlo con un personaje desenchufado, desconectado del resto de la historia.

Isabelle Fuhrman hace una gran interpretación como mujer de armas tomar y literalmente disparar.

La fotografía es única y da la completa sensación del fin del mundo. Una obra muy bien lograda desde lo visual, que complementa con sus imágenes lúgubres el humor de la película.
Con respecto a la banda de sonido, sepan que no hay música. Todo lo utilizado son sonidos bien graves que intensifican y logran con mucho éxito la incomodidad en el espectador en los momentos culmines y más importantes.

Por lo demás, esta historia es una gran versión de la imaginativa del Sr. Stephen King que por momentos nos mantendrá perturbados y nerviosos en nuestras butacas.