El pulso: la llamada del apocalipsis

Crítica de Melody San Luis - Fancinema

PERSONAJES QUE NO DICEN NADA

Los zombis son una temática repetida pero no por eso son trabajados de la misma forma. Aunque hay quienes pueden objetar que no son zombis, los seres que aparecen en este film se comportan de forma similar. En este sentido, algunas series y películas han logrado mostrar nuevas facetas sobre estos especímenes pero no es el caso de El pulso. Sin embargo, enfocarse en las escenas copiadas de otras películas no es la falla más grande que se puede marcar. El tratamiento de los personajes es aún más problemático que el aspecto antes mencionado y por eso merece más interpretación.

La construcción de cada uno de los personajes es poco sólida. Esto puede deberse a que los diálogos no presentan relevancia. Las escenas tampoco forman o construyen a los personajes, ya que las fallas en la realización se llevan el mayor protagonismo. Los momentos realizados de forma desprolija y exagerada llaman más la atención que lo que les ocurre a los personajes.

Otro de los problemas es que los efectos sonoros y los encuadres no logran trasmitir las sensaciones que tienen los personajes en cada momento. Las actuaciones de Samuel Jackson y John Cusack parecen hechas con desgano y ambos personajes se muestran de la misma forma para momentos disímiles. Este hecho hace que sea muy difícil poder establecer empatía entre el espectador y ellos.

La aparición y desaparición de los personajes tampoco ayuda a que se pueda establecer un lazo de unión con los espectadores en el que puedan sentir identificación. Los personajes aparecen y se van casi sin saber cómo. Esto está dado también por la forma desprolija en la que está construida la película: una escena de supuesta desesperación dada por un ataque zombi es seguida de un alegre encuentro con personas que no fueron tomadas por el pulso. Se pasa, de esta manera, de un momento de desconfianza a todo tipo de persona desconocida a una confianza excesiva y sin meditación previa.

Lo mismo sucede con la intensidad de las relaciones. No hay momentos visibles en los que pueda observase la creación de vínculos entre los personajes, pasándose del desconocimiento a la relación intensa de un momento a otro. Aunque los personajes puedan pasar gran parte de la película juntos, no se logra mostrar cómo llegan a establecer entre ellos algún sentimiento de aprecio.

Lo nombrado antes hace posible que los personajes lloren y no trasmitan dolor. El espectador entiende que puede haber tristeza porque muere alguien importante, pero eso no tiene relevancia debido a que no se logró que ese personaje tomara la impronta que esa escena amerita. Por estas razones de construcción es que los personajes y las escenas parecen tomar un camino distinto al planeado. El pulso, de esta forma, no genera aventura o suspenso, pero sí se vuelve propensa a la risa y al desconcierto.