El protector

Crítica de Ricardo Ottone - Subjetiva

El regreso de Liam Neeson en El protector de Robert Lorenz (Golpe de efecto, 2012), recuerda la expectativa de encontrarnos con su papel de Bryan Mills, el famoso personaje que interpretó en la trilogía de la venganza, iniciada en el 2008 con Búsqueda Implacable, del francés Pierre Morel; seguida por Búsqueda Implacable 2 -Conexion Estambul- (2012) y Búsqueda Implacable 3 (2015), ambas de Olivier Megaton y producidas por Luc Besson.

En su nueva película, Neeson le da la espalda a Mills, al interpretar a Jim, un marine retirado, devenido en viejo ranchero que ha enviudado recientemente y le están por hipotecar su casa en Arizona. Su hijastra Sarah (Katheryn Winnick), una policía local, cuida de los excesos de Jim, mientras él delata a los indocumentados mexicanos que quieren cruzar la frontera. Mientras piensa cómo pagar su casa al vender el poco ganado que le queda, encuentra en la ruta a un niño mexicano que es perseguido por los integrantes de un famoso cartel de drogas. Al decidir protegerlo y llevárselo, el cartel jura vengarse y no parará hasta encontrarlos.

Desde ese momento, Neeson, su perro y el niño huyen en una camioneta por las rutas americanas y El protector pasa a ser una road movie que gira en torno del futuro de ese niño, frente a la oportunidad que la vida les ofrece a ambos. Junto al ritmo vertiginoso y paralelo de la persecución entre buenos y malos, se va construyendo el vínculo entre el niño y Jim, quienes deben lidiar con las dificultades de provenir de dos culturas tan antagónicas.

Como en muchas películas del género, las situaciones se tornan predecibles y los personajes se construyen bajo modelos estereotipados que acentúan las diferencias raciales y la intolerancia latente a lo largo del relato. Desde el inicio, el plano de la bandera norteamericana flameando junto al rancho de Jim, acompaña el perfil del ex marine y enfatiza la ideologización de un discurso que exalta los valores norteamericanos y el machismo, frente a la imagen negativa e instalada con la que se identifica a los mexicanos. En todo momento, son vistos como una amenaza de corrupción y violencia para erradicar.

Si en Golpe de efecto (2012) Robert Lorenz le permitió a su protagonista, Clint Eastwood (a quien le produjo varias de sus películas), demostrar que a pesar de retirarse del béisbol, seguía teniendo el ojo y la vigencia para descubrir talentos; con el personaje de Jim, hace algo similar, cuando le da la oportunidad de redimirse con sus acciones, y extraer el humanismo del marine que lleva adentro.

La historia de El protector no tiene nada nuevo para ofrecernos porque todo en ella parece arcaico, racista y reiterado. Tampoco salva la presencia de Neeson, en un papel que nos deja sabor a poco.

EL PROTECTOR
The Marksman. Estados Unidos, 2020.
Dirección: Robert Lorenz. Guion: Chris Charles, Danny Kravitz, Robert Lorenz. Intérpretes: Liam Neeson, Katheryn Winnick, Teresa Ruiz, Juan Pablo Raba, Dylan Kenin, Luce Rains, Jacob Perez, Dominic Cancelliere. Música: Sean Callery. Fotografía: Mark Patten. Duración:108 minutos.