El príncipe encantador

Crítica de Marcelo Cafferata - El Espectador Avezado

Parafrasear el clásico de todos los tiempos, protagonizado por Audrey Hepburn, “La princesa que quería vivir”, no es una elección casual. Porque justamente lo que plantea “EL PRINCIPE ENCANTADOR”, este estreno animado de los mismos productores de “Shrek”, es un completo cambio de roles frente a los construyeron los cuentos de hadas tradicionales y ahí, indudablemente, radica el mayor atractivo de la propuesta y el (pequeño) riesgo que decide tomar, con este planteo innovador.
En los tiempos que corren donde el rol de la mujer, su empoderamiento y la completa independencia de “atarse” a un modelo de hombre proveedor está tan puesto en debate, y abierto en la agenda de todos los medios, desde este pequeño espacio de animación, Ross Venokur como guionista y director del film se anima a plantear “qué pasaría si…”, dar vuelta la historia, quedando todo patas para arriba.
Así como la francesa “Je ne suis pas un homme facile” (que se convirtió en uno de los grandes estrenos de Netflix de la temporada anterior) ironizaba y subvertía por completo los roles preestablecidos, planteando una sociedad matriarcal, “EL PRINCIPE ENCANTADOR” desde su espacio de animación y obviamente orientada a un público diferente, juega con un esa idea de intercambio de roles con una idea atractiva y diferente.
El príncipe es tan encantador, que Cenicienta, Blancanieves y la Bella Durmiente -entre la larga lista de doncellas que han perdido la cabeza rendidas ante su irresistible atractivo- están a punto de casarse con él, sin saber que las tres compiten entre sí.
Tampoco ninguna de ellas es la típica princesa Disney, sino que están modernizadas y con tu toque de independencia y fortaleza que las hace lucir sustancialmente diferentes.
Y como ya habrán adivinado, si todo el cuento está dado vuelta, ninguna de ellas porta el hechizo maléfico sino que es Philippe, el príncipe encantador, quien en este caso será el que necesite ese beso de amor verdadero que lo haga salir del conjuro. No será ni Blancanieves, ni Cenicienta ni la Bella Durmiente, las que verdaderamente se apoderen de su corazón sino que será Lenore, la depositaria de esa emoción.
Una guerrera de ley, atractiva y con un corazón más frío tras un fuerte desengaño amoroso, será quien se cruce en su camino y … después de unos pasos de comedia que aparecen previamente (Lenore está primeramente disfrazada de hombre con lo cual lo amará en secreto hasta que se devele su verdadera identidad) surgirá la atracción entre opuestos, el corazón del príncipe comenzará a sentir algo desconocido, ese sentimiento que estaba buscando sin saberlo, hasta arribar ese final de cuentos, bastante diferente a lo que siempre nos han contado.
“EL PRINCIPE ENCANTADOR” no tiene la precisión ni la calidad de animación a la que nos tienen acostumbrados los grandes estudios, ni cuenta con la parafernalia tecnológica de las grandes compañías del mainstream del mercado de la animación, por lo tanto, lo que se ve en pantalla es visualmente correcto, pero sin mayores atractivos. Tiene una idea atractiva, un desarrollo ágil y personajes que saben llevar el ritmo narrativo.
En lo que lamentablemente se equivoca es en intentar copiar –lo que de algún modo u otro, hacen todas las películas de animación más independientes-, el formato impuesto por Disney en el que todo largometraje que se precie de importante tiene que contar con varios cuadros musicales y canciones que seduzcan al público infantil.
Los números musicales, en este caso, no son nada memorables, son claramente lo más flojo de la propuesta y aun cuando hayan convocado a figuras del ambiente “teen” musical que intentan atraer más espectadores, este plus se pierde en la versión doblada al español. No hay grandes canciones pegadizas, los clips musicales poco suman a la trama y se atienen a un formato demasiado clásico que va a contrapelo del espíritu general de “EL PRINCIPE ENCANTADOR”.
El elenco reúne en su versión original a Wilmer Valderrama (de gran trayectoria en la televisión americana participando en diversas temporadas de varias series como “From Dusk Till Dawn” “Grey’s Anatomy” “Minority Report” y “NCIS”) como el príncipe Phillippe y las princesas cuentan con las voces de Demi Lovato, Ashley Tishdale, Avril Lavigne y G.E.M., además de las participaciones del gran John Cleese y Nia Vardalos (“Mi gran casamiento griego”).
En tiempos donde la mujer se plantea nuevos espacios, nuevos desafíos, otros roles y de alguna manera se están construyendo nuevos escenarios, “EL PRINCIPE ENCANTADOR” suma su granito de arena para que también puedan deconstruirse las historias más clásicas, jugar con lo diferente y apostar a un nuevo lugar para aquellos personajes que parecían no poder salir de su propio estereotipo.
Para quienes puedan asomarse a la propuesta, descubrirán que aún es estos productos más independientes, lejos de las grandes campañas publicitarias y los grandes estudios, también hay un espacio de risas, reflexión, juego y un mensaje para construir los nuevos paradigmas.