El príncipe de Persia

Crítica de Claudio Lo Iacona - Todo lo ve

Las vertiginosas arenas del tiempo

El futuro puede corregirse a cada paso y cada uno forja su propio destino, es algo de lo mucho que dejó esta súper producción cinematográfica de los estudios Walt Disney que prometía acción, entretenimiento y muchísimo despliegue. Y cumplió.

El argumento en que se basa la película de uno los estudios que más sabe de entretenimiento, cuenta las andanzas del hijo adoptivo del rey Sharaman, protagonizado por Jake Gyllenhaal (El día después de mañana), el Príncipe de Persia (cuyo verdadero nombre es Ervey) en su travesía por las lejanas tierras de oriente.

Después de equivocadamente atacar una ciudad sagrada, obtener la daga misteriosa y capturar a la hija del Maharajáh, juntos continuarán un viaje en busca de la verdad, pero plagado de obstáculos que no le darán respiro a los protagonistas, ni al espectador.

La película es sumamente divertida y no decae en ningún momento, con pasos de Indiana Jones, Robin Hood o La Momia y potencia cada momento con un toque muy personal y gags en la medida justa.

El film de director Mike Newell está cargado con un reparto de actores como Alfred Molina (El Código Da Vinci) a quién también se lo verá este año en El Aprendiz de Brujo; Gemma Arterton, a quien se vio en la remake de Furia de Titanes y un hombre X como es Ben Kingsley, que hace muy poco se lo pudo disfrutar en La Isla Siniestra. (Todos sumamente correctos).

Saltos, corridas, magia negra, traiciones, amor y mucha acción en esta historia que de seguro traerá secuelas.