El primer hombre en la luna

Crítica de Alina Spicoli - Estrelladas TV

Un logro personal

“El Primer Hombre En La Luna” (First Man, 2018) es una película dramática dirigida por Damien Chazelle (Whiplash, La La Land) y escrita por Josh Singer. Basada en el libro biográfico “First Man: The Life of Neil A. Armstrong” de James R. Hansen, el reparto está compuesto por Ryan Gosling, Claire Foy, Olivia Hamilton (esposa en la vida real del director), Luke Winters, Connor Blodgett, Jason Clarke (El Planeta de los Simios: Confrontación), Kyle Chandler (Super 8, Noche de Juegos), Patrick Fugit, Lucy Stafford, Christopher Abbott, entre otros. Con Steven Spielberg como productor ejecutivo, la cinta inauguró la 75º edición del Festival de Venecia.

En 1961, luego de la reciente pérdida de su pequeña hija Karen (Lucy Stafford) debido a un tumor cerebral, el ingeniero y piloto Neil Armstrong (Ryan Gosling) decide postularse para el Programa Gemini de la agencia espacial de la NASA. Junto a su esposa Janet (Claire Foy) y su hijo Rick (Luke Winters), Neil se muda a un vecindario de Houston donde viven otras familias de astronautas. Durante el proceso de preparación para ir a la Luna, Armstrong deberá lidiar con varias pruebas físicas, imprevistos y muertes de sus amigos más cercanos. Además, la responsabilidad es mayor por la gran cantidad de plata invertida en la misión.

Chazelle se aleja del género musical para traernos una historia intimista que nos lleva a conocer la vida de Neil Armstrong, primer ser humano que pisó la Luna en julio de 1969. Muchos habrían decidido contar este suceso de una forma híper patriótica, centrándose en el hecho en sí y nada más. Sin embargo, aquí el director toma otro foco al no plantear a ninguno de los astronautas como los máximos héroes del país sino más bien dando cuenta de su humanidad y el gran sacrificio que atravesaron. Esta perspectiva hace que la cinta sea mucho más creíble e interesante, en especial porque el trasfondo de lo que vivió Armstrong ayuda a entender su gran determinación por llegar al satélite natural.

Ryan Gosling continúa luciéndose en cada rol que interpreta; su compromiso y dedicación al personaje vuelven a dar cuenta de que es uno de los mejores actores que tenemos en la actualidad. Es difícil meterse en la piel de un hombre que casi nunca expresa en voz alta lo que le sucede sino que se guarda todo para sí y sufre en silencio. A Gosling este tipo de papeles le sientan a la perfección ya que con solo prestar atención a su mirada y expresiones faciales nos damos cuenta de todo el dolor y miedo que hay en su interior, sentimientos que le son imposibles sacar para afuera. Por otro lado, Claire Foy no se queda atrás al interpretar a Janet, mujer de Neil. Su carácter difiere al de su esposo, por lo que cuando se enoja nos brinda escenas gloriosas donde la preocupación y el amor se perciben de una manera totalmente genuina.

Desde los aspectos técnicos, el filme resulta toda una maravilla. Primerísimos planos, movimientos de cámara que no dan respiro y una edición de sonido inquietante consiguen que el espectador pueda sentirse adentro de la nave también, con todos los nervios que eso conlleva. Con una sensación de peligro latente, la fotografía granulada hace que nos sea muy sencillo sumergirnos en la época de la cinta. Además, la contraposición de la hermosa música de Justin Hurwitz, que ya trabajó junto a Chazelle en sus anteriores trabajos, con el silencio absoluto al pisar la Luna se vuelve un deleite audiovisual pocas veces visto.

Enfoque distinto, actuaciones que están a la altura, sonido magistral y una calidad sublime en los efectos logran que “El Primer Hombre En La Luna” sea una experiencia cinematográfica emocionante e imperdible. No será una sorpresa que el filme reciba varias nominaciones en los próximos premios de la Academia, por lo que es cita obligada para cualquier cinéfilo.