El precio del mañana

Crítica de Juan Pablo Losino - Cine y más...

En un futuro no muy lejano, científicos lograron detener genéticamente el envejecimiento a la edad de 25 años, pero para evitar la superpoblación, se les otorga un año más de vida al cumplir esa edad, por lo que el tiempo ahora ha pasado a ser una especie de moneda de intercambio con la cual la gente cobra por su trabajo y paga sus impuestos, alimentos y demás necesidades o lujos.

En esa realidad, los "ricos" pueden vivir para siempre, al punto tal de convertirse en -prácticamente- inmortales, mientras que los pobres y marginados de los guetos viven el día a día con sus minutos y segundos contados tratando de conseguir lo que más les hace falta: tiempo.

En un lugar en el que tener muchos años encima por vivir significa ser presa de ladrones y asesinos que desean esos años para sí mismos, esta película escrita y dirigida por Andrew Niccol ("Gattaca"), narra la historia de Will Salas (Justin Timberlake), un joven idealista de los barrios bajos que busca la manera de sobrevivir y progresar, pero a veces sacrificando su propio tiempo para ayudar a personas aún más necesitadas que él.

Will, un día se ve en involucrado en medio de una disputa de bar entre Henry Hamilton (Matt Bommer), un "rico" al que le quedan 116 años por delante, y unos pandilleros comandados por Fortis (Alex Pettyfer). Ambos logran escapar de una muerte segura y pasan la noche en un viejo edificio abandonado. El protagonista, al despertar, se da cuenta que en su reloj ahora tiene 116 años por vivir. Hamilton (en un acto suicida) le ha dejado su tiempo con la condición de que no lo desperdicie.

En su camino hacia una mejor vida, el personaje interpretado por Timberlake conoce a todo tipo gente con mucho tiempo en su haber, pero que no disfruta de la vida por miedo a morir estúpidamente. Es en una de las zonas más ricas en la que Will conoce a Sylvia Weis (Amanda Seyfried), una joven idealista y rebelde como él.

Buscado por el homicidio de Hamilton por la fuerza policial conocida como "Los Guardianes del Tiempo", Will escapa nuevamente hacia los barrios bajos teniendo como "rehén" a Sylvia, la que pronto se dará cuenta de que nunca había vivido hasta que lo conocío. Unidos por vencer al sistema, ambos inician una carrera criminal al mejor estilo "Bonnie and Clyde" pero con los principios de "Robin Hood", robando tiempo y distribuyéndolo entre los más pobres.

Cillian Murphy como el guardián del tiempo Raymond Leon, Vincent Kartheiser como Philippe Weis, Olivia Wilde como la madre de Will y Johnny Galecki como su mejor amigo completan el reparto de esta excelente película de ciencia ficción que, salvando las distancias, por momentos me hace recordar a un clásico del género como "Logan's Run" (1976) y que seguramente hará pensar a los espectadores acerca del significado de la vida y nuestro tiempo en ella.