El perro samurai

Crítica de Santiago García - Leer Cine

El perro samurái (Paws of Fury: The Legend of Hank, Estados Unidos/China/Gran Bretaña, 2022)es una película de animación dirigida por Rob Minkoff, Mark Koetsier y Chris Bailey. Está basada en la comedia de Mel Brooks Locuras en el Oeste (Blazing Saddles, 1974) lo que se nota rápidamente si uno la ha visto. Además, como regalo para los espectadores, Mel Brooks le pone la voz al shogun de la película, lo que además de ser un lujo, es especialmente efectivo. La magia de Mel Brooks está intacta, aunque solo sea poniendo su voz. Es el momento para decir que es imprescindible ver esta película en idioma original, no solo porque tiene un elenco espectacular, sino también por sus hermosos juegos de palabras. Las demás voces son las de Michael Cera, Samuel L. Jackson, Ricky Gervais, Michelle Yeoh, George Takei y Djimon Hounsou, entre otros.

La historia transcurre en una tierra muy parecida al Japón medieval, donde los territorios son habitados exclusivamente por gatos y los perros no son bien recibidos. Un pueblo se ha quedado sin samurái que lo proteja y un funcionario de alto rango del Shogun le envía a un perro que en realidad es un condenado a muerte sin ninguna habilidad para el combate. El plan es que el pueblo caiga y así el funcionario se apodere del lugar. El resto, claro, es fácil de imaginar.

Tal vez por su origen, tal vez por sus actores, pero El perro samurái es la película de animación más graciosa en años. Superior por mucho a las franquicias y sin un costado dramático que rompa con el delirio. Todo es diversión y buena comedia. Una sorpresa para recomendar. Uno de los directores es el mismo de El rey León, pero nada de aquel drama aparece aquí. Rob Minkoff tiene particular interés en la cultura oriental y acá lo plasma muy bien aunque se trata de una parodia delirante con un humor a lo Mel Brooks en versión animada.