El perro samurai

Crítica de Samantha Schuster - Cinéfilo Serial

En 1974 Mel Brooks dirigió «Blazing Saddles», una película que se centraba en un gobernador avaro (protagonizado por él mismo) y su malvado ayudante, que quieren que los habitantes de Rock Ridge abandonen la ciudad para vender los terrenos a una compañía ferrocarril. Para facilitar sus maliciosos planes, nombran sheriff a Bart, un afroamericano condenado a la horca para que fomente el desorden y la anarquía en el lugar.

Este film sirvió de inspiración para crear «El Perro Samurái», un largometraje animado, en el cual también participa Brooks realizando una de las voces del elenco. La historia es bastante similar, cambiando a las personas por gatos. En un mundo en donde ellos reinan y los perros no son bienvenidos, Ika Chu, un gato lleno de poder quiere destruir un pueblo para que su palacio tenga una mejor visión. Es así como mandará allí a Hank, un perro que quiere convertirse en samurái, a pesar de no tener las habilidades necesarias. Es así como será entrenado por un gato mentor para ayudar al pueblo y salvarlo de la destrucción.

La historia recae en varios lugares comunes dentro de lo que es el camino del héroe. Un personaje subestimado y rechazado por la comunidad que hará lo posible para probar que pertenece a aquel pueblo y para cumplir su sueño a pesar de todos los obstáculos con los que se va a encontrar. A pesar de esto, nos ofrece una aventura entretenida con bastantes escenas de acción y chistes que logran sacarnos una sonrisa aunque no todos sean efectivos.

Debido a sus gags y a las situaciones disparatadas que presenta, está más orientada a un público infantil que pueda disfrutar de la aventura simple, los colores llamativos y las torpezas de los personajes. A diferencia de otras películas animadas que tienen distintas capas para que las diversas generaciones puedan impregnarle su propia lectura, esta se queda más en lo superficial.

Sin embargo, por momentos se vuelve bastante autoconsciente, hablando sobre lo que debería pasar en ese instante del film o cuánto tiempo queda de metraje, algo que tal vez no suma demasiado para el público que quiere cautivar. Para los adultos tal vez tendremos algunas referencias al cine clásico y a los western.

Los personajes son bastante entrañables, sobre todo Hank, que a puro corazón y esfuerzo va superando sus propias barreras, como también el villano logra ser un verdadero obstáculo para el protagonista. El elenco de voces es interesante, con Michael Cera, Ricky Gervais, Mel Brooks, George Takei, Gabriel Iglesias, Michelle Yeoh y Samuel L. Jackson, en su versión original que le aportan distintas personalidades a los protagonistas.

En cuanto a los aspectos técnicos, la animación está lograda, tanto con respecto a la construcción de los personajes como de los escenarios, aunque sin destacarse demasiado. Además, los efectos especiales y las coreografías de pelea son atinados y creíbles. La banda sonora también acompaña bien cada una de las escenas, generando suspenso, miedo o esperanza, según corresponda.

En síntesis, «El Perro Samurái» es una entretenida película para toda la familia, que se disfrutará gracias a sus personajes entrañables encarnados por un buen elenco de voces. Con un mensaje atinado sobre la inclusión, la amistad y el trabajo en equipo, tal vez no es una cinta animada que sobresalga dentro de su género pero que sí nos hará pasar un momento agradable.