El payaso del mal

Crítica de Rodrigo Chavero - El Espectador Avezado

La vida le sonríe a Jon Watts. De hecho, después de hacer pequeñas cintas (pensando en temas de presupuesto), se encontró con el ofrecimiento de Marvel de hacer el nuevo reboot de Spider Man en este nuevo encuadre del universo que se viene a partir de 2017. Hoy es el tema de ver cómo este novel director encaró este cinta de género, cuyo valor agregado es la participación de Eli Roth, referente del terror de bajo presupuesto.
Y la idea de "Clown", hay que decirlo, es original. Será que hoy hay pocas ideas originales entre los guionistas que se repiten usando found footage e invocando espíritus en forma demasiado etérea para mi gusto. Si vamos a hablar de terror, o trabajamos la veta de suspenso, psicológica, al estilo Wan (al menos en lo que hoy en día se juega, en la línea "The Conjuring"), o vamos por la clase B, gore, hecha con clase (y aquí hay que señalar que tenemos pocos exponentes, aunque “Saw” es referente ineludible). Y "El payaso del mal" elige la segunda, la abraza con fuerza y Watts se la juega, con pocos elementos (el también la escribe), para afectarnos e impactarnos como audiencia.
No todo le sale bien. De hecho, el guión no es algo logrado, ni prolijo. Lo siento como una construcción borrosa, planteada en un tablero como esquema, donde el peso de la trama recae en la suerte de su protagonista, un padre responsable que ante una suerte de reparación para su hijo, elige utilizar un disfraz de payaso que encuentra en la casa con ánimo de celebrar un cumpleaños. Pero el traje, obviamente, tiene características especiales.
Y las mismas, comienzan a afectar la personalidad y curso de acción de los hechos, cuando Kent (Andy Powers, en una interesante labor) no logra despegarse de esa segunda piel que lo va devorando en vida. Su deseo de asesinar crece y ahí nomás llega Eli Roth, (quien también produce la cinta) listo para dinamitar lo poco que queda de cordura, dandole un giro interesante a la trama, lejos de los habituales recorridos del género.
Y de ahí en más, los crímenes. El horror, la muerte y las clásicas escenas violentas, sangrientas y perturbadoras, bien a tono con los paladares “slash” en toda su dimensión. Hay algo que asuste más que los niños sean protagonistas de esta historia? “Clown” peca de apelar a algunos mecanismos simples para subrayar los cambios de ritmo y la atmósfera ténebre. Watts trabaja mucho con Powers, pero no tanto con el resto del elenco, con lo cual hay poca fibra en el cast, cuestión que no le permite al film alcanzar grandes alturas.
Sí, es cierto que hay mucho que revuelve el estómago en la segunda mitad pero… no es eso lo que los fans de Roth quieren?
Tengo que decir que “El payaso del mal” es un film correcto, fuerte, esperable pero honesto. Tiene poco y lo muestra en carne viva. Desde sus ideas centrales, propone un juego al que cada espectador debe adherir para disfrutar… o angustiarse. “Clown” es una buena cinta. Que peque de falta de recursos originales para la resolución de ciertas escenas no deja de ser una anécdota. Lo que termina haciendo la diferencia es como te la late el corazón cuando salís de sala. Ahí, aprobamos la propuesta. Seguramente se podría haber hecho mejor pero… aquí hay algo que vale la pena verse, y no es poco.