El Patalarga

Crítica de Brian Macchi - Fancinema

TODO POR LA SIESTA

La siesta, ese ritual que ha caído un poco en desuso en las grandes ciudades pero que todavía sigue siendo una tradición en los lugares más pequeños. Por muchos adultos ha sido considerada como “sagrada” pero quizás los más pequeños son los que menos disfrutan de ella, de descansar por la tarde cuando prefieren salir a divertirse. Este sería el eje de El Patalarga, film de animación nacional que cuenta la historia de Teto, Maru y Ramón que pasan sus días pensando en el Patalarga, el monstruo del pueblo donde viven, que aparece a la hora de la siesta, obligándolos a dormir en esas horas de la tarde para no ser atrapados por la mítica criatura.

Esta producción utiliza el fotocollage como principal recurso para llevar adelante una trama que tiene como objetivo esencial hablar sobre las relaciones infantojuveniles de una manera cercana y entretenida. Construye así un trabajo fresco, colorido, alegre y divertido, que narra una historia infantil que posee reminiscencias a la leyenda del “hombre de la bolsa” pero que resulta ser actual en todo momento; hablándole a los niños con naturalidad, sin tratarlos como seres inferiores y mostrando protagonistas que a pesar de su corta edad pueden tener la sapiencia y picardía necesarias sin perder su carácter infantil. De paso, se abordan temas como la política, la discriminación y la amistad, sin alcanzar una profundidad compleja pero con la dosis justa para hacer entender el mensaje y la visión que se quiere transmitir.

Se suman el buen uso del recurso tecnológico junto con las voces en manos de Favio Posca y Peto Menahen, entre otros, que le aportan un mayor atractivo a la narración, provocando que el trabajo crezca y que El Patalarga se convierta en una producción donde no solo los niños se entretienen, resultando un film disfrutable de principio a fin para todo el mundo.