El pasado que nos une

Crítica de Emiliano Silva - Cinergia

Y el título que spoilea

El pasado que nos une es la nueva película del director Bart Freundlich y nos trae una remake de After The Wedding, la ganadora del Oscar a Mejor Película Extranjera del 2006. Un relato plagado de drama y situaciones lacrimógenas.

La historia comenzará con Isabel (Michelle Williams), una activista que trabaja en un orfanato de la India y que por una posible donación de dinero, tiene que viajar a New York para tratar de cerrar el trato con los directivos. Aquí se nos presentará a Theresa (Julianne Moore), la dueña de la empresa involucrada, una mujer que divide sus obligaciones entre los asuntos del trabajo y los preparativos de la boda de su hija. También conoceremos a Oscar (Billy Crudup) marido de Theresa y un reconocido artista plástico.

La película le da una vuelta de rosca a la idea original del film danés, ya que aquí se centrará más en las idas y vueltas de los conflictos personales. Algo que no caerá muy bien tampoco es la traducción del título que sirve como un potencial spoiler desde el vamos, pero bueno…

En cuanto a lo que es el trabajo del guion, lo que sí deja claro en la primera hora de metraje es que se quiere tomar el tiempo para contar los primeros encuentros entre los personajes. Por momentos puede parecer demasiado la falta de elipsis, al ser todo tan cronológico-lineal en los preparativos de la boda, pero una vez que Isabel interactúa con Theresa y Oscar, el motor empieza arrancar (aunque lento, pero al menos arranca).

La trama está llena de situaciones ya conocidas en el género: amores, desamores, reencuentros y enfermedades terminales; así que no agrega nada a lo que ya conocemos de este tipo de propuestas. Lo que realmente se quiere resaltar son las buenas actuaciones que encontraremos, con una Julianne Moore emocionante y una Michelle Williams que nunca defrauda. Las escenas que comparte Moore con Crudup en la última media hora son realmente emocionantes, una cátedra de la buena calidad actoral.

Lo que también está correctamente trabajado son los contrastes de fotografía, cuando vemos las imágenes en la india se verá un color más saturado y en New York un tono más sobrio y lúgubre, plagado de grises y planos más cortos. Nada que no hayamos visto ya pero que siempre ayuda para mimetizar con el desfase cultural.

El pasado que nos une no logra sentirse como una gran película, ya que se ven muchos huecos de guion y situaciones trilladas pero sí es una gran muestra de la importancia de un buen reparto que te levanta cualquier cosa y te enaltece un producto con fallas. Si te gustan los dramas bien encarnados, será de tu agrado.