El pasado que nos une

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Se trata de una remake de un film nominado al Oscar en el 2006, de la directora danesa Susanne Bier que sugería un estilo afín con el Dogma 95, con una escena crucial donde salían a la luz secretos muy guardados. Aquí esta versión escrita y dirigida por Bart Freundlich,  hace recordar a la serie exitosa “This is us”, pero sin tantos golpes melodramáticos. Parece un film pensado para el lucimiento de dos grandes actrices, como Julianne Moore  y Michelle Williams. Tiene además una enorme producción con impresionantes y bellas tomas  aéreas de zonas de La India y de Nueva York y sus suburbios lujosos. Todo un envoltorio vistoso que enlaza la historia de una joven mujer norteamericana que trabaja para niños huérfanos en  la India, en un estado permanente de dicha y sencillez beatífica, con preferencia por un chico al que prácticamente trata como a un hijo. Una futura y cuantiosa donación le exige que ella, contra su voluntad, regrese a Nueva York para concretar la suma solidaria. Ya allí, molesta con la ropa, el calzado y los modos de la millonaria ejecutiva que la convoca, aterriza casualmente en el casamiento de la hija de esta señora poderosa. En esa boda se descubre una historia secreta  y vueltas de tuerca, que nos aclaran que nada es casual ni lo que parece. Siempre es un placer ver actuar a grandes actrices: Moore con Williams son talentosas siempre. Lástima que el guión con tufillo moralista y quiere y no puede ser profundo y dramático.