El otro hermano

Crítica de María Fernanda Mugica - La Nación

El oscuro y fascinante mundo cinematográfico de Caetano

El otro hermano es una película nihilista que hunde al espectador por casi dos horas en una oscuridad irremediable. Combinando elementos del western, del policial y hasta acercándose al thriller de protagonistas psicópatas, Israel Adrián Caetano consigue transformar una historia sórdida en un film del que no se puede apartar la mirada.

Basada en la novela Bajo este sol tremendo, de Carlos Busqued, la película transcurre en un pueblo chico del Chaco, al que llega Cetarti (Daniel Hendler) para recibir las cenizas de su hermano y su madre, con quienes no tenía una verdadera relación afectiva y que fueron asesinados por la pareja de ésta, un ex militar llamado Molina. Lo recibe Duarte (Leonardo Sbaraglia), un amigo del asesino que le ofrece ayuda para cobrar un seguro de vida que le permitiría irse a vivir a Brasil. Una ayuda que, por supuesto, no será gratis y le costará a Cetarti más que algunos billetes.

De villanos y villanos

No hay héroes en El otro hermano, sólo villanos, aprovechadores y víctimas, y los límites entre ellos no siempre son claros, excepto en el caso de Duarte, un hombre que es la pura encarnación del mal y cuyas acciones están motivadas sólo por la codicia y el sadismo. A Cetarti, un personaje más ambiguo, la codicia se le prende como un virus y sus límites morales se van haciendo cada vez más flexibles.

La interpretación que hace Sbaraglia de Duarte es impactante. El talento del actor ya no es una sorpresa a esta altura de su carrera, pero de todos modos llama la atención su transformación total en un personaje extremo, aunque con rasgos reconocibles, que provoca un profundo rechazo.

Hendler, otro actor que ya ha probado su valor en trabajos anteriores, resulta una elección de casting perfecta: la austeridad propia de sus interpretaciones es la clave para convertir a Cetarti en un enigma sin respuesta. Además, se nota un gran trabajo en la construcción de su personaje, que incluye un interesante cambio físico. El resto del elenco, en el que aparecen Alián Devetac, Alejandra Flechner, Pablo Cedrón y Ángela Molina, sostiene a estos protagonistas con actuaciones impecables.

Detrás de todo esto está Caetano, capaz de construir verdadero suspenso y crear climas densos, a los que no les faltan extraños toques de humor muy oscuro. Como demuestra el sobresaliente plano final del film, se trata de un director que tiene la singularidad de usar una narrativa y una puesta en escena clásicas para presentar una violencia gráfica y una noción de falta de esperanza atípicas en el cine industrial tradicional.