El otro fútbol

Crítica de Miguel Frías - Clarín

El lado B de la pasión

El documental “El otro fútbol” se centra en el mundo del Ascenso.

El Ascenso es el continente menos explorado -y el más pobre y acaso el más interesante- del planeta fútbol. Federico Peretti, que fatigó esa geografía durante años como reportero gráfico, nos entrega ahora un documental hecho de postales que, reunidas, dan cuenta de un territorio peculiar, densamente poblado, habitado por antihéroes que merecen nuestro cariño: a eso apunta El otro fútbol .

A través de viñetas que hacen foco en detalles poco obvios, muchas veces graciosos, la película nos muestra desde polvorientos partidos en la altura de la Quiaca hasta partidos gélidos, cruzados por el viento, la lluvia o la nieve, en una cancha sintética en Ushuaia. En un momento, en esta ciudad, un plano fijo insiste con el banco de suplentes de un equipo que, durante el entretiempo, va perdiendo 6 a 0. Un jugador rompe el desolado silencio: “Cómo puede ser que en un tiempo, 11 contra 11, nos metan 6, boludo”.

Hay otros futbolistas que dejan de ser anónimos, como Carlos Gabutti: jugador de Kimberley y colectivero. Relatores partidarios que llevan su fanatismo y sus equipos de transmisión a cuestas. Hinchas que ensayan cantitos poco sutiles y muy pegadizos: Ooohhh, yo soy de Burzaco/te la pongo, te la saco.

Tal vez lo más parecido a esta película que hayamos visto en TV sea el formidable Atlas, la otra pasión .

El otro fútbol tiene, también, ases en la manga. Como un equipo conformado por detenidos y guardiacárceles del penal de Campana. O un pastor que guía espiritualmente al plantel de Barracas Bolívar. “No somos menos que nadie. Y tenemos un plus extra (sic). Dios está de nuestra parte”, arenga a sus atribulados jugadores. Ojalá que así sea, para todos ellos.