El notificador

Crítica de Juan Pablo Russo - EscribiendoCine

Con la mochila puesta

En El Notificador (2011), Blas Eloy Martínez construye un relato metafórico sobre los mandatos sociales a través de la visión de un empleado judicial que no puede sacarse –literalmente- la mochila heredada de su padre que carga sobre su espalda.

Eloy (otra gran actuación de Ignacio Toselli) está cercano a los cuarenta años y su vida pasa por lo más absoluta rutina. Tiene una novia con la que convive, un trabajo de notificador judicial que le lleva la mayor parte del día y una mochila heredada de su padre con todo el peso que eso conlleva. En síntesis Eloy vive entre la infelicidad negada y el peso de llegar a ser lo que él ni siquiera sabe.

Blas Eloy Martínez - junto a su coguionista Cecilia Priego (Familia Tipo, 2009) - pone todo el peso de la trama en el personaje de Eloy y por ende en quien es el encargado de ponerlo en escena. En una relación directa podemos decir que ambos cargan con el peso. El actor con el de llevar la historia adelante sin flaquear en ningún momento. Mientras que el personaje llevará consigo el peso de los mandatos sociales representados en la mochila que cargará durante todo el relato, aunque la pierda o se rompa nunca podrá deshacerse de ella, como tampoco de los mandatos.

El Notificador es una película metafórica, que si bien en un primer plano se centra en la vida de un muchacho y la relación con su trabajo la historia va por otro lado, un costado mucho más psicológico y menos literal. El costado de la vida que se tiene y si en realidad es la que se eligió o se impuso.

Apostando mucho más a la comedia externa a pesar del drama interno que pone de manifiesto, Blas Eloy Martínez sumerge al espectador en un laberinto de dilemas sobre el conformismo de ser lo que quisieron que seamos y la lucha por ser lo que en realidad se quiere, claro está, a través del relato border de un muchacho que a diario debe de lidiar con una serie de personajes que conducirán la historia por un camino mucho menos filosófico y mucho más grotesco. Una inteligente "comedia" melodramática que invita a reflexionar.