El nombre

Crítica de Alejandro Castañeda - El Día

MAS LIVIANA QUE EL AIRE

Otra comedia francesa desganada, con tonterías y personajes de cartón. Tiene un origen teatral y se nota demasiado. Es muy hablada y encerrada. Son cinco personajes cuarentones que se juntan a cenar. Dos matrimonios, y un músico amigo. Gente de buen nivel cultural y social, informada, discutidora. Y todo se desencadena a partir de una broma tonta. El malentendido reaviva viejas asignaturas pendientes. Aparecen reproches, excesos. El tema es parecido al de “Un dios salvaje”, con un encuentro que empieza muy distendido y amistoso y acaba mal. También aquí, de a poco, la tensión crece, surgen verdades guardadas, hace su entrada la ira, la intolerancia y de a poco todo se desbarranca. Estos ejercicios casi teatrales exigen una cámara curiosa y detallista, grandes actores y diálogos sabrosos. No hay nada de eso. Es un filme sin gracia, con personajes pobres y actores exagerados. No sólo el planteo es poco convincente (todo se arma porque un padre primerizo quiere que su hijo se llame Adolfo). También su desarrollo: nada es creíble en esta pieza alargada, liviana y aburridona.