El navegante solitario

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Cuatro travesías épicas realizadas entre 1931 y 1955, entre ellas la primera vuelta al mundo en solitario doblando el temible Cabo de Hornos, encumbraron a Vito Dumas como el navegante solitario más grande de la historia. Pero cuando uno ve la opera prima de Rodolfo Petriz, que detalla, nos hace conocer, nos fascina con la historia del que resulta  un verdadero desconocido de nuestra historia. No solo se demuestra lo  increíble de que no sea más famoso aún, sino que las hazañas que realizó nos provocan un constante asombro. Para la cabal compresión de su vida el realizador utiliza distintos recursos, animación, ficción, valiosos testimonios. No solo se trata de una vida extraordinaria sino también de su contexto histórico y de los misterios que amablemente sus descendientes decidieron mantener. Fuera del mundo náutico su figura es hoy injustamente dejada de lado. Petriz filmo en Francia, España, Uruguay y en nuestro país. No hay que perderla.