El lince perdido

Crítica de Carlos Herrera - El rincón del cinéfilo

Las obras animadas en Sistema 3D ya no son patrimonio exclusivo de Hollywood, se realizan en casi todos los países que tienen una cinematografía desarrollada como industria.

Si consideramos los presupuestos que se manejan fuera de los Estados Unidos y la cantidad de producciones anuales que se ruedan en España, puede decirse que, proporcionalmente, la animación en 3D en éste último país tiene desde el año 2001 una buena cantidad de realizaciones de este género.

La obra que se comenta está considerada la mejor que se efectuó en la Madre Patria y fue la ganadora, en 2008, del Premio Goya a la Mejor Película de Animación (el género tiene un rubro aparte). Pero muchas veces luego de asistir a una proyección el otorgamiento de premios a una obra cinematográfica crea dudas y se puede polemizar sobre los valores que pesaron para esa premiación.

La historia de la realización es bastante simple. Un grupo de animales luchará por liberar a otros que han sido capturados por un cazador mercenario por encargo de un científico medio loco que para salvar, según él, a los animales de la extinción los mantendrá enjaulados en un arca que para tal fin a ideado (o recreado). Aunque la intención de salvarlos no quede demasiado en claro en el desarrollo de la trama.

Los animales que luchan para desbaratar oscuros planes que algunos seres humanos tienen para ellos es una estructura que se ha usado muchísimas veces en la cinematografía. Si se remontan los recuerdos a “Rebelión en la granja” (Batchelor-Halas, 1954) se encuentra un cierto parecido argumental, aunque esa realización estaba dirigida al público infantil tenía un directo mensaje político destinado a adoctrinar a los espectadores.

En “El lince perdido” también se ha buscado adoctrinar, aunque no sólo a la platea infantil, pero esta vez el mensaje es ecologista, quizá una tendencia política de comienzos del milenio.

Esta obra es discutible desde su pesimista título, ya que a quien se refiere es a Félix, el protagonista de la historia que es un lince ibérico, felino no del todo perdido porque aunque es el animal de Europa con mayor riesgo de extinción aún existen unos 50 ejemplares en el mundo

La historia se desarrolla en “Espacio Natural Doñana”, que es realmente una reserva ecológica, declarada Patrimonio de la Humanidad, que existe en Andalucía, al sur de España, y que para esta obra se dibujó al detalle.

Y la “locación” elegida da pie, junto a los personajes secundarios a la simbología destinada a los adultos, que son quienes estropean el medio ambiente en la actualidad.

Así, el equipo que rodea a Félix, el protagonista, está integrado por Gus, un fóbico camaleón que exagera sus cualidades pero tiene un sentido muy fuerte de la lealtad (característica que se atribuye a los andaluces), por Beeear, una cabra muy temeraria y aventurera (otra característica atribuida a los habitantes de Andalucía) y un halcón hembra, que busca vengarse de una afrenta que le hicieran, llamada Astarté (como la diosa pagana que vengaba todo daño realizado a la naturaleza).

Los diálogos con unas cuantas alusiones al agua remiten al desastre acuífero que sufrió la Reserva Doñana ubicada muy cerca de donde se celebra la feria en honor a la Virgen del Rocío en reemplazo de los rituales paganos que se ofrecían en Cibeles, diosa del agua.

Hay que tener presente que si bien esta obra fue producida por Kandor Graphics con colaboración de Green Moon, la productora de Antonio Banderas (que es quien en los títulos la presenta), fue hecha también con la participación en la producción de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.

Las imágenes de los personajes dan la sensación de carecer de creatividad, el lince Félix recuerda mucho al gato que el mismo Banderas doblara en “Shrek 2” (2004), y la cabra Beeear tiene una semejanza de actitudes con el Burro también de la serie Sherk.

La banda sonora de Sergio de la Puente es tan estridente en las escenas de acción que en ningún momento cumple la función de ser incidental, sino que pareciera querer reforzar las situaciones.

Si bien esta realización fue hecha en el Sistema 3D, en los cines argentinos se proyecta en salas que no poseen esa técnica por lo que los fondos ambientales dibujados y los personajes que actúan en segundos planos tienen una visión borrosa para nada atractiva.

Se puede rescatar el mensaje que ofrece la historia sobre los valores de la amistad, la lealtad y la libertad. Además de la concientización de que se debe proteger a los animales de la extinción. En este aspecto, el personaje de Lincesa, un lince hembra que aparece al promediar la trama nos da, por fin, un aire optimista.