El libro de la vida

Crítica de Juan Samaja - CineFreaks

La guitarra es más peligrosa que la espada.

María, Manolo y Joaquín son tres niños que viven en el pueblo de San Ángeles, México; los muchachos compiten por la atención de María: Joaquín intenta seducirla con el coraje y las armas, Manolo prefiere la guitarra y su sensibilidad. Katrina y Xibalba, gobernantes del ultramundo (Katrina, del alegre mundo de los muertos recordados; Xibalba, del oscuro mundo de los muertos olvidados), juegan una apuesta sobre quién será el elegido de María en la vida adulta. Pero Xibalba es tramposo y, sin que Katrina lo sepa, le entrega a Joaquín un amuleto mágico que lo hace invencible para ganar la apuesta y enseñorearse del mundo de los muertos recordados.

María es enviada por su padre a estudiar a Europa y a su regreso se ha convertido en una hermosa e ilustrada mujer; Joaquín se ha transformado en un héroe, y se la pasa viajando para pelear en diferentes batallas. Manolo, en cambio, no ha podido alcanzar ningún renombre importante, en comparación con sus amigos; y aunque aún se espera que realice importantes logros en las corridas de toros como “Matador”, profesión tradicional de su familia, Manolo no está dispuesto a matar animales y prefiere la vida sentimental del mariachi, para desgracia de su padre.

A pesar de la aparente desventaja de Manolo, María se conmueve con la sensibilidad de Manolo, y suspira frente a las canciones que aquel le canta frente a su balcón con el corazón en las manos. Y justo cuando todo hace pensar que Manolo conquistará el amor de María, Xibalba nuevamente interviene engañando a Manolo, haciéndole creer que su amada María ha muerto y que puede recuperarla si viaja al mundo de los muertos, allanando de ese modo el camino para que Joaquín se casa con María. María es presionada por su padre a casarse con Joaquín para que finalmente se quede a vivir en el pueblo y pueda protegerlos del temible y legendario bandido El Chacal. Desolada por la muerte de su verdadero amor decide aceptar la propuesta. Mientras tanto, Manolo tras una larga peripecia consigue volver al mundo de los vivos y enfrentará al Chacal, mostrando su verdadero valor y conquistando definitivamente a María.

La historia es una excelente recreación de diversos mitos, por un lado la tradición mexicana sobre el día de los muertos, pero también encontramos tematizado el mito de Orfeo; aquel héroe que con el poder su música pretende rescatar a Euridice del mundo de los muertos. Por otra parte es muy conmovedor y original el tratamiento que hace el relato sobre la importancia de las tradiciones y los rituales (aquello que da vida eterna a los antepasados).

Vale la pena destacar la animación del film y el diseño estético, muy original para un público generalmente acostumbrado al estilo de las animaciones norteamericanas estilo Disney, Pixar, e incluso Dreamworks.

El relato combina la historia con efectivos gags que harán pasar un buen momento a niños y a adultos. Un verdadero entretenimiento para toda la familia.