El libro de la selva

Crítica de Leonardo González - Río Negro

"El libro de la selva", un clásico que mantiene la magia

"El libro de la selva", o "El libro de las tierras vírgenes", es una colección de historias escritas por el inglés Rudyard Kipling que vio la luz en 1894. Inicialmente, aparecieron publicadas en revistas entre 1893 y 1894 y en algunos casos eran ilustradas por John Lockwood Kipling, padre de Rudyard. En 2010, se supo que las historias fueron escritas para su hija Josephine, que murió a los seis años en 1899.

"El libro de la selva" (y su secuela "El segundo libro de la selva", impreso en 1895) contiene cuentos a modo de fábulas que utiliza a animales para dar lecciones morales. En algunos aparece Mowgli, que son los más conocidos, y por supuesto que varían mucho de las versiones -sobre todo la edulcorada y más famosa de Disney- que se hicieron.

Ahora nos llega esta con actores -bah, sólo el niño Nell Sethi- y es interesante saber que no es la primera que se hace.

La primera fue "El libro de la selva" (Jungle Book, 1942), protagonizada por Sabu. "El libro de la selva - La película" (The Jungle Book, 1994), con Jason Scott Lee; "The Second Jungle Book: Mowgli & Baloo" (1997), Jungle Book: Lost Treasure (1998) y "The Jungle Book: Mowgli's Story" (1998). A modo de información, hay que decir que se hicieron cortos animados en la Unión Soviética, series en Japón, Bélgica, incluso coproducciones entre países como India, Alemania y Francia -todavía está al aire-, como para mostrar la universalidad de este texto.

Mowgli (Neel Sethi) es un niño humano criado por una manada de lobos que son su familia. Pero cuando el temible tigre Shere Khan (Idris Elba) amenaza con matarlo, el niño debe abandonar la selva. Para lograr esto contará con la ayuda de Bagheera, la pantera negra (Ben Kingsley); y el oso Baloo (Bill Murray). En su camino Mowgli se encontrará animales fascinantes como la pitón Kaa (Scarlett Johansson), o el gigantesco simio Rey Louie (Christopher Walken), y también encontrará su verdadero destino en la vida.

Nos encontramos aquí con otra gran adaptación del libro de Kipling, cortesía de Jon Favreau que a esta altura de su carrera actúa, produce y dirige cuando quiere. Y, por lo general, lo hace siempre bien. Cuenta con un buen guión de Justin Marks -que será uno de los dos guionistas de "Top Gun 2"- que toma algunas cosas del clásico de Disney (es una obvia referencia) y en otras prefiere apoyarse en el libro. Casi todo, por no decir absolutamente todo, está generado por computadora (paisajes, animales, etc) pero, a diferencia de otras películas, está hecho de una manera que no resulta ofensivo al ojo del espectador y con el correr de los minutos se torna creíble.

Para ser el primer largometraje de Neel Sethi, el nene que personifica a Mowgli, la verdad es que se banca muy bien el peso de su protagónico. Otro acierto -si la ven subtitulada- son los actores que eligieron para poner sus voces. Idris Elba hace un Shere Khan realmente temible, y la voz sabia de Bagheera no podría estar mejor representada que por Ben Kingsley. Christopher Walken derorocha talento como el Rey Louie, y Bill Murray, como usualmente lo hace, se "come" la película, y eso que sólo escuchamos su voz. Dato de color: su hermano Brian Doyle-Murray también le puso su gola a Baloo pero en la película "The Jungle Book: Mowgli's Story" (1998).

Lo único que habría que tener en cuenta es que, aunque la calificación es apta para todo público, probablemente no sea una buena idea llevar a niños de 5 años para abajo. El filme es algo oscuro y en algunas escenas podrían asustarse mucho. Dicho esto: las pesadillas de sus hijos corren por su cuenta.