El libro de imagen

Crítica de Manuel Yáñez Murillo - Otros Cines

Venerado y odiado por bandos desde hace varias décadas irreconciliables, el veterano patriarca de la nouvelle vague francesa ganó una Palma de Oro especial en el último Festival de Cannes por otro de sus ensayos históricos, cinéfilos, literarios, sociológicos, semióticos y políticos.

Ante la imposibilidad de analizar este “libro de imágenes” como si se tratara de un film convencional, presentamos un “abecedario discontinuo” con el que aproximarnos al ensayo fílmico de Godard.

A de Arabia: Tras una primera mitad heredera de Histoire(s) du cinéma –y dominada por el pensamiento angloeuropeo–, reclama que dirijamos nuestra mirada al mundo árabe, cuna de la civilización, escenario de revoluciones frustradas, y habitada por criminales venidos del exterior. Arabia, no el Islam. Dejemos a un lado los prejuicios, reclama Godard.

B de Brecht: “Solo en el fragmento es posible encontrar la verdad”. En El libro de imagen, Godard sublima la idea del discurso cercenado. Teoriza sobre el contrapunto como el arte de la superposición; sin embargo, más que a la conjunción de imágenes y voces, Godard apuesta aquí por la escisión plena: el corte de montaje a negro como dispositivo central del discurso. Boicotear la comprensión elemental para invitar a pensar más allá de las imágenes.

C de Clases: He aquí una historia de la extinción de las especies. El mundo se divide en dos grupos: ricos y pobres. Ambos parecen tener como misión la destrucción. Los ricos por voluntad propia. Los pobres por necesidad y falta de otras opciones.

D de Dedos: Del ojo acuchillado de Un perro andaluz a un supercut interruptus de manos humanas, tomadas del cine, de los noticiarios y suponemos que del propio Godard, manipulando película analógica en la sala de montaje. El cine como un ejercicio de artesanía que halla en una cierta tosquedad el reconocimiento de su fuerza política.

E de Europa: Un símbolo de decadencia. Un continente a la altura de la Freedonia de Sopa de ganso, de los hermanos Marx. ¿O quizá sería justamente a eso, a un anarquismo surrealista, a lo que deberíamos aspirar?

I de Impurezas: En numerosas ocasiones, las imágenes “citadas” por Godard en El libro de imagen cambian de formato súbitamente en la pantalla, dejando por el camino lo que parece la estela de un glitch. Otras veces, es el contraste o la temperatura de los colores lo que desbarajusta el “equilibrio” de dichas imágenes. La exploración de la impureza digital como una forma de explicitar su (im)posible materialidad

P de Política: “Los que están en el poder hoy son unos cretinos sanguinarios”. Godard contra la “ignominia capitalista”

R de Remakes: De los chicos sometidos en Saló, de Pier Paolo Pasolini a unas ejecuciones filmadas en formato casero por algún grupo terrorista. La historia repite al cine. El cine prueba su inutilidad. Godard busca sublevar al cine y devolverle su función revolucionaria.