El legado

Crítica de Fernando Sandro - El Espectador Avezado

Un poco de historia para quienes llegan imprevistos. En la década del ’60, cuando el peronismo es proscripto, surge de la mano de los cineastas Octavio Getino, Gerardo Vallejo y Fernando “Pino” Solanas, el llamado Grupo Cine Liberación con la idea de plasmar para la posteridad las ideas del General y las bases de la doctrina peronista.
La obra más conocida y nombrada del grupo quizás sea La Hora de los Hornos, un inconmensurable trabajo documental sobre la lucha peronista, con muchísimos problemas durante su realización e intentos de estreno, llevados a la existencia de varias copias con diferente duración (todas bastante extensa) y mucho material “perdido”.
Además de La Hora de los Hornos, Getino y Solanas produjeron dos documentales, Perón La Revolución Justicialista y Perón, Actualización Política y Doctrinaria para la Toma de Poder; consistentes en entrevistas que pudieron realizarle a Juan Domingo durante el exilio en Puerta de Hierro. Estas imágenes, bastante conocidas como bloques individuales, nunca llegaron a estrenarse comercialmente como el conjunto de los dos largometrajes. De esa experiencia, en primer término, surge El Legado (o EL LEGADO estratégico de Juan Perón, tal como se presenta su título completo).
El Legado se presenta como una crónica, en palabras y cuerpo de Solanas, del rodaje de aquellas entrevistas. Se mezcla material de archivo vario, y podemos ver y escuchar el testimonio del propio Perón dando lecciones sobre sus ideas y doctrina, y también sobre varios de los hechos ocurridos durante su Primera Presidencia.
Pero luego, se nos introduce a una clase sobre peronismo que Pino le da a un grupo de estudiantes. En este tramo, parecieran cerrar las reales intenciones del director.
Solanas pasa de entrevistador, alumno; a maestro. Asume un rol en el que completa con su visión e ideas varios hechos que en las entrevistas a Perón no se encuentran. Da el testimonio de muchos hechos controversiales y trascendentales, y es el testimonio suyo.
Luego de un paso bastante exitoso por la ficción, Solanas retomo en el Siglo XXI su rol de documentalistas con una serie de films denuncia sobre las problemáticas sociales actuales del país. En una producción bastante fructífera también en este tramo, con el correr de los mismos, se lo fue acusando de alterar algunos testimonios o hechos en favor del mensaje que pretendía dar el documental. No vamos a dar ningún tipo de veredicto sobre esas acusaciones ya que no nos consta; simplemente sirve para encuadrar a un director que nuevamente se ubica en el centro del relato.
Si vemos el afiche del documental, se aprecia a un Perón gigante frente a un Solanas muy chiquito a sus pies; el resultado no pareciera ser tan así. Mejor sería decir que, si no se ubica a la misma altura, se ubica en la creencia de ser un buen intérprete (¿El mejor?, ¿El único?); algo que se nota al escucharlo hacer contrapuntos con los hechos posteriores y la actualidad.
Si “La Revolución Justicialista” y “Actualización Política y Doctrinaria” eran Peronismo por el propio Perón; El Legado, es Peronismo por Solanas, sin lugar a rebatir ninguna de sus puntos.
Se menciona alguna objetividad el hacer uso de las palabras de la figura histórica, en el conjunto, esa objetividad es descartada; lo cual no estaría mal si se hubiese sincerado la propuesta desde el inicio.
Propuesta más acorde a los seguidores del cineasta que en los últimos años devino en fuerte figura política; El Legado es un trabajo formal, con mucho protagonismo y poco espacio para la discusión interna. De seguro tendrá su público.