El Justiciero 2

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

Ya en el primer “El Justiciero”, Denzel Washingon asociado con el director Antoine Fuqua (“Día de entrenamiento”) habían construido un atractivo personaje, un agente retirado que lleva una vida ultra-ascética, que entra en acción cuando alguien desamparado necesita que se haga justicia (con libro Richard Wenk sobre la serie de televisión creada por Michael Sloan y Richard Lindheim). Les fue tan bien que por primera vez el actor aceptó hacer una segunda parte de un personaje en toda su larga carrera. Y aquí, si bien las cualidades del protagónico son las mismas, ya mudado y con otras lecturas, se involucra en historias que lo llevan de un tren en Turquía donde rápidamente despacha a los malos del momento y luego se dedica a ayudar a vecinos, a un encarrilar a un chico al borde la perdición, a un sobreviviente del holocausto y por fin en una historia propia. Es que la película es larga y por momentos, aunque las escenas de acción están muy bien filmadas y Washington le pone la onda a su MacCall, ya se parece a muchos personajes y películas de acción que hemos visto. La originalidad se esfuma muchas veces, aunque las persecuciones, tiroteos y acción en general luzcan.  Hay momentos pretensiones que enfrían demasiado y otros donde se explican algunos porqués de la vida del personaje. Denzel Washington tiene una versatilidad a toda prueba y aquí con pequeños detalles, con intensidad  y sobriedad al mismo tiempo sigue construyendo a su vengador anónimo con una constancia de samurai siempre listo  exitosamente contundente, como si se hubiera pasado toda la vida haciendo películas de acción. Aún con sus falencias en film entretiene y será exitoso.