El invierno

Crítica de Paraná Sendrós - Ámbito Financiero

Asombroso y algo cruel como el lugar donde transcurre

El novel director cuenta la dura historia de dos hombres en medio de la soledad patagónica con pulso seguro, sin distracciones, ni diálogos o adornos superfluos.

La historia es simple, extraña y eterna. También tiene algo de asombro y de crueldad, como el lugar donde transcurre, una estancia patagónica en los confines de la tierra. Allí el capataz, ya grande, tendrá que dejar el mando. Quizá no sepa hacer otra cosa, o ése sea su lugar, pero no se queja. Quizá sea la hora del descanso y la reconciliación con lo poco que tiene de familia. Él no es de hablar mucho.

Allí también otro hombre más joven y menos experto, con una familia oculta, deberá reemplazarlo. Pasado el verano, los peones golondrina se van y el capataz queda solo, como un casero. Llega el invierno, y con él llegará lo inesperado. Habrá que resolverlo sin ayuda, y después esperar la recompensa. O al menos la calma.

Eso es todo, y hay algunos muertos. Hay un paisaje grandioso, que los hombres no admiran. Hay daño y mezquindad, que no los asombra. No cualquiera vive en esos lugares. No cualquiera se deja ganar cuando ha quedado solo. Salvo que haya un impedimento superior. Las leyes sociales, por ejemplo. La ley de la naturaleza. O la ley del más fuerte.

Emiliano Torres cuenta todo esto con pulso seguro, sin distracciones, ni diálogos inútiles ni adornos superfluos. Es su primera película, pero hace años que trabaja como asistente, conoce el oficio y se ha tomado su tiempo para hacer bien las cosas. Para empezar, le basta con un tema semioculto, una violencia agazapada, y un par de actores bien precisos: el chileno Alejandro Sieveking y el posadeño Cristian Salguero. Dramaturgo, director e intérprete de prestigio el primero, cruzando los Andes. Novel promesa de muy buena madera, el segundo. Y alguien más actúa: ese paisaje inmenso, indiferente al quehacer de los hombres. Lo registra el director de fotografía Ramiro Civita, maestro. Película bien hecha, en todo sentido. Vale la pena verla en pantalla grande.