El invierno

Crítica de Iván Gordín - Alta Peli

Luego de ser multipremiada en el Festival de San Sebastián, la condecorada opera prima de Emiliano Torres se hace presente en las salas comerciales del país y se suma a la gran racha actual del cine argentino.

Las penas son de nosotros, las ovejitas son ajenas:
El InviernoDebajo de nuestro imaginario porteñocéntrico del extremo sur argentino, lleno de bellos paisajes turísticos y exquisitos postres con cacao, subyace un vasto territorio marcado por el genocidio, la explotación laboral y la injusticia social. Ahí al lado de donde rompe el glaciar Perito Moreno, en ese desierto lleno de vegetación que nuestros padres fundadores limpiaron de barbarie, se perpetúa la faceta más visceral y sangrienta de nuestro país. El cine argentino nos lo ha mostrado en las últimas cuatro décadas con La Patagonia Rebelde (Hector Olivera, 1974), Tiempo de Revancha (Adolfo Aristarain, 1981) y en lo que parecería completar este inesperado tríptico de desgracias australes, el film que hoy nos trae aquí: El Invierno de Emiliano Torres.

En una apartada estancia de Santa Cruz, esas que tienen un dueño extranjero y billonario, un avejentado capataz supervisa a un nuevo contingente de peones hiperprecarizados para que el negocio de la lana continúe el ciclo natural de la plusvalía. En su interior sabe que los años le pesan y que es cuestión de tiempo hasta que un subordinado más joven lo reemplace en su función. Y cuando no hay aportes jubilatorios, adivinen cuál es el único retiro posible para un anciano. Si el otoño trae trabajo y la primavera abundancia, el invierno de estos pagos no solo brinda escasez sino también soledad, alienación y muerte. Y sabiéndolo, en esa danza de estaciones se ven bailando los dos protagonistas de esta película. Ambos interpretados de gran manera por Alejandro Sieveking y Cristian Salguero (en su primer trabajo luego de La Patota), especialmente el último quien interpreta al joven y atribulado sucesor.

El ciclo de la muerte:
El primer largometraje como director de Emiliano Torres (quien tiene una amplia trayectoria como asistente de dirección) es una obra atmosférica que en la mayor parte del metraje que decide reducir los diálogos y hablar con su brillante tratamiento de sonido y magistral fotografía (a cargo de Ramiro Civita). Torres muestra la soledad intercalando imágenes claustrofóbicas y panóramicas por igual, close ups y planos tremendamente abiertos sin perder nunca la tensión que unifica el relato. Técnicamente es un film impecable y narrativamente construido para ser diseccionado con detenimiento. Tal vez comete el error (por unos minutos) de desdoblar el relato en dos líneas argumentales diferentes y allí parece difuminarse la trama principal. Sin embargo, la historia vuelve rápidamente a su causal y se recupera de maravillas.

Conclusión:
El Invierno es un film visualmente fascinante y con gran dinamismo a nivel argumental. Una película que se toma el tiempo para ser introspectiva pero que bien sabe impactar cuando es necesario. Recomiendo verla en cine, aprovechen que estas propuestas no suelen durar en cartelera.