El invierno llega después del otoño

Crítica de Alejandro Turdó - A Sala Llena

El mumblecore llegá después de la nouvelle vague

Malena Solarz y Nicolás Zukerfeld hacen dupla en su debut con el largometraje El Invierno llega Después del Otoño (2016). Después de pasar por varios festivales -entre ellos BAFICI y Mar del Plata-, el film tiene su estreno en salas comerciales.

El relato nos presenta a Pablo y Mariana, quienes supieron ser pareja y ya no lo son. La narración dedica su primera mitad a seguir a Pablo para hacer lo mismo en la segunda mitad con Mariana. Se los sigue en el sentido más literal de la palabra: en sus casas, con sus amigos, en las reuniones y las fiestas, en sus búsquedas académicas y profesionales, todo con un tratamiento completamente despojado de toda espectacularidad.

Una producción con muchos ecos de la nouvelle vague francesa y su narrativa anclada en la cotidianeidad de los jóvenes adultos que dejan de lado las viejas convenciones al momento de vivir sus vidas. Su naturalidad y estilo de rodaje de bajo presupuesto la aproximan al más actual mumblecore, aquel que pone el acento en lo que se dice por sobre lo que se cuenta y su centro de acción son las relaciones entre personajes.

Con una historia que busca reflejar un sector veinteañero o treintaleñero de nuestra urbe con ciertos matices bohemios, El Invierno… definitivamente no es un producto pensado para las masas, pero uno cuyo aire despojado de efectismos transmite sensaciones por sobre un conflicto, algo que puede encontrar su audiencia, por más pequeña que sea.