El ídolo

Crítica de Jessica Johanna - Visión del cine

El director de Paradise Now y Omar retrata en El ídolo la historia del segundo ganador del concurso para cantantes Arab Idol.
El ídolo, de Hany Abu-Assad, está claramente dividida en dos. Durante la primera parte se retrata la infancia de Mohammad Assaf, sus intentos por tener una banda junto a sus hermanos y amigos, y un poco de lo que es la vida palestina. Una tragedia marca el antes y el después en su vida y en la película. Es recién después de la mitad del largometraje que el film se mete de lleno en lo que concierne al famoso concurso de TV (el equivalente a American Idol), diez años después de aquellos momentos.
En esta película, el director nos entrega un relato bastante más amable y optimista que algunas de sus películas anteriores. De hecho, el relato es bastante convencional. Una historia de lucha y adversidades que termina en ese final que parecía tan improbable para su protagonista, pero que a la larga nosotros ya conocíamos.

Sin dudas es en el primer tramo del film donde logra sus mejores momentos. La complicidad entre los chicos, sus ganas incansables de hacer música aún a base de instrumentos maltrechos y shows en casamientos, y esos atisbos de humor que nacen de la espontaneidad que fluye de esos personajes. Además es el personaje de la hermana quien se roba cada escena. Después, el film termina apostando a lo seguro, a escenas emotivas e inspiradoras que al mismo tiempo se sienten algo forzadas.

De todos modos en la película está también la idea de mostrar otra Palestina. Si bien se ve cómo se vive, hay otra cara. Una Palestina que esta vez llega a las noticias por algo bueno y alegre, y no las noticias terribles del día a día. De este optimismo está plagado, más allá de algunos golpes bajos y lugares comunes, el film.

A la larga, la historia de El ídolo es aquella que nos han contado muchas veces. Con lucha y perseverancia los sueños se cumplen, no importa quién seas ni de dónde vengas. Despareja, con una primera mitad más interesante a nivel retrato de una sociedad, se convierte rápidamente en una película del montón.