El huevo del dinosaurio

Crítica de Marcelo Cafferata - Lúdico y memorioso

Si bien como expresa su directora, “EL HUEVO DEL DINOSAURIO” es un documental que parte de una motivación íntima y personal, finalmente sirve perfectamente como vehículo para comenzar a preguntarnos y repensar nuestra propia mirada sobre el mundo del arte en relación a la temática de la discapacidad.

Josefina Recio, en su ópera prima, pone el foco en el grupo “Los Chopen” formado por más de 20 artistas con discapacidad intelectual de la ciudad de Bahía Blanca, del que su madre Ana Montaner es directora y del que forma parte su hermana Pipi, es decir la tía de la realizadora.

Con una mirada sumamente amorosa sobre el trabajo que se realiza en este taller, rescata y visibiliza lo que cada uno de sus integrantes puede demostrar para poder expresar todas sus capacidades y crear arte, borrando completamente las convenciones y los prejuicios que suelen encontrarse frente al mundo con capacidades diferentes.

La idea fuerza de Montaner ha sido la de instalar a estos artistas como productores culturales de la ciudad, permitiendo que sus obras participen en muestras tanto municipales como privadas y que esto no se limitase exclusivamente a la ciudad de Bahía Blanca sino que pudiese extenderse fuera de los límites de la propia ciudad.

Algo de eso sucede con “EL HUEVO DEL DINOSAURIO” en donde su realizadora intenta mostrarnos este mundo de artistas y su proceso creativo, adentrándonos además en algunos detalles de sus vidas, dejando abiertos interrogantes e invitaciones a nuevas miradas.

Son fragmentos muy pequeños, pero muy relevantes, en donde nos asomamos a los vínculos filiales, a la amistad, al amor, a la importancia de poder expresarse a través de estas obras plásticas y lo que esta actividad ha logrado modificar en sus vidas: la lente de Recio mezcla hábilmente ese mundo interior de sus protagonistas junto con el desarrollo de sus creaciones artísticas.

Como dato adicional, puede mencionarse que el taller no cuenta con ningún apoyo económico ni subsidio alguno sino que se autosustenta económicamente con la venta de las propias obras del grupo, que ha participado de diversos salones de cerámica, arte textil y tuvieron presencia en muestras en Bariloche y en las Jornadas de Arte, Deporte y Discapacidad en Bahía Blanca.

Muchas veces los documentales sirven para narrar un suceso histórico que pocos conocemos, muchos de ellos han ayudado a reconstruir fragmentos de una historia familiar reciente, han permitido visibilizar temáticas que son necesarias para la construcción de una nueva mirada social, y muchos otros platean la posibilidad de acercarnos un mundo casi desconocido, al que no hubiésemos accedido de otra manera que no fuese mediante estos trabajos.

”Mi madre dejó de pintar cuando descubrió la obra de Los Chopen.

Lo que el mundo espera de nosotros no siempre es lo que nosotros podemos darle.

A veces el mundo espera poco y nosotros podemos mucho más.”

Josefina Recio – Directora

Siguiendo el espíritu del taller, la directora nos invita al juego y acompañada por la música del grupo “El sueño de los elefantes” y un exquisito trabajo de fotografía a cargo de Nicolás Richat, nos acerca al mundo del Grupo Chopen y podremos disfrutar, de esta manera, de una producción plástica que asombra por su potencia, por la fuerza y por un particular uso del color que se destaca a lo largo de todo el filme, en donde además vemos la interacción dentro de la búsqueda estética con miembros de la familia de los artistas (hermoso fragmento cuando una de ellas invita a que usen su cara como si fuese la tela del cuadro y la pinten libremente o el de una lluvia de papeles amarillos que invade el escenario).

Paseando sus obras con enormes cabezas coloridas en distintos puntos geográficos, los artistas que conforman “EL HUEVO DEL DINOSAURIO” nos comparten, sin mayores pretensiones, un momento de arte que tiene mucho de poesía y de invitación a un cambio de mirada y que finalmente nos despojemos de tantos preconceptos que nos atrapan.

POR QUE SI:

«Borra completamente las convenciones y los prejuicios que suelen encontrarse frente al mundo con capacidades diferentes»