El hombre que conocía el infinito

Crítica de Marcela Gamberini - Subjetiva

BIOPIC DE MANUAL

La infinitud, la multiplicación y la lucidez de las matemáticas son cualidades que siempre seducen. No es el caso de El hombre que conocía el infinito, que desaprovecha justamente esa cualidad lúdica que tiene no sólo las matemáticas como ciencia sino las películas como arte, como estética.

El hombre que conocía el infinito está basada en la historia de Srinivasa Ramanujan, un hombre sin educación que logra sólo a partir de su genio llegar a ser una de las mentes privilegiadas de la modernidad. Un hombre que logra acceder a partir de sus “intuiciones” en las matemáticas a un lugar más que importante en el universo de las ciencias en los albores del Siglo XX. Una buena historia que cruza problemas de clase, reconocimientos académicos, conservadurismos institucionales, prejuicios y racismos entre otras cuestiones pero que la película desaprovecha en su hibridez, en su desencanto, en su tozudez por constituirse como un producto cerrado, que solo cumple con fórmulas probadas.

Una película conservadora en sus formas y en su manera de encarar la historia que no es otra que la historia del héroe y su inevitable recorrido. Esos mojones de los viajes de los héroes que son la separación, la iniciación y finalmente el retorno están en la película obedientemente cumplidos. Ese viaje al que no le falta el consabido sufrimiento por la falta de reconocimiento académico y de clase; las pérdidas de su esposa , de sus costumbres, de su idiosincrasia; los golpes simbólicos y físicos por la superioridad, están presentes en esta película demasiado chata en la confirmación de su narración, en sus formas lisas y en su conservadurismo estético.

Aquella frase que encabeza la película acerca de la naturaleza poética, estética y lúdica de las matemáticas es solo una formulación vacía que no logra hacerse carne en la película. Un producto de Hollywood que no hace más que confirmar que la chatura y la benevolencia con que se tratan ciertos temas, sobre todo si vienen de esa fábrica cinematográfica que alguna vez supo ser más inteligente, más lúcida.

EL HOMBRE QUE CONOCÍA EL INFINITO
The Man Who Knew Infinity. Gran Bretaña, 2015.
Dirección: Matt Brown. Elenco: Dev Patel, Jeremy Irons, Toby Jones, Jeremy Northam, Stephen Fry y Devika Bhise. Guión: Matt Brown, basado en el libro de Robert Kanigel. Fotografía: Larry Smith. Edición: JC Bond. Diseño de producción: Luciana Arrighi. Distribuidora: Diamond Films. Duración: 108 minutos. Apta para mayores de 13 años.