Ant-Man: El hombre hormiga

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Los clones de personajes en el mundo de la historieta siempre fueron moneda corriente en este arte.
Poco después que Superman debutara en los kioskos de revista, en junio de 1938, la editorial Fawcett no tardó en publicar a Shazam para competir en las ventas con DC.
Así fue que con cada personaje exitoso que surgía luego aparecía otra copia que intentaba captar la atención de los lectores con una propuesta similar.
Por citar unos breves ejemplos, Namor tuvo su clon en Aquaman, Green Arrow en Hawkeye, Gatubela en la Gata Negra y Atom en el Hombre Hormiga.
Una revista que Stan Lee, su hermano Larry Lieber, y Jack Kirby concibieron en 1962.
Este personaje, al igual que los Guardianes de la Galaxia, nunca llegó a tener gran popularidad y siempre se destacó por ser un superhéroe de nicho. Si bien tenía algunos seguidores no despertaba pasión de multitudes.
De hecho, hasta no hace mucho tiempo el público general que no lee cómics ignoraba su existencia
Una historia que cambiará para siempre a partir de esta entretenida y correcta adaptación cinematográfica.
Ant Man se destaca por ser la película más familiar y liviana que hicieron los estudios Marvel, donde el principal atractivo de esta propuesta pasa por el peso que tuvo el humor en el argumento.
Cada espectador después se podrá enganchar o no con esta producción pero la adaptación que brindó el director Peyton Reed es impecable.
El Hombre Hormiga siempre fue este personaje que retrataron en el film.
El director Reed, quien venía del género de la comedia con filmes como Abajo el amor y ¡Sí, señor! (Jim Carrey), supo encontrarle el tono adecuado a esta película que evoca de manera correcta el espíritu original del cómic.
Una particularidad del argumento es que reúne en un mismo conflicto a las encarnaciones más famosas de este héroe.
Michael Douglas interpreta a Hank Pym el Ant Man de los años ´60 y Paul Rudd a Scott Lang, la versión moderna más conocida del personaje.
La labor de Rudd resultó una de las grandes revelaciones de la película, ya que no es un actor que suela trabajar en este tipo de roles y en este casi capturó a la perfección la personalidad de Lang.
Creo que fue un gran acierto de los productores darle más hincapié al humor en esta película, ya que de esa manera lograron que la infumable historia de origen del protagonista resultara mucho más amena y divertida.
Otro detalle interesante, que no fue trabajado en filmes previos de Marvel, es que el guión se centra bastante en la paternidad de los superhéroes y la relación con sus hijos.
Más allá de la acción y la aventura, a lo largo de la trama los personajes de Michael y Douglas y Paul Rudd atraviesan cambios importantes en sus relaciones familiares.
No puedo dejar de resaltar a propósito de este tema el brillante hallazgo de casting de Abby Ruder Fostson en el rol de la hija de Rudd. Una de las niñas más carismáticas y espontáneas que se vieron recientemente en el cine hollywoodense.
Tal vez el punto débil de esta película se encuentra en la trillada intriga de aventuras que ofrece la historia y la ausencia de un villano más interesante.
Por esa razón Ant Man nunca llega a ser una película apasionante y siempre nos quedará la duda de saber como hubiera sido la versión de Edgar Wright (Shawn of the dead), quien era el director original de esta propuesta. Luego renunció al proyecto por ciertas diferencias creativas que tuvo con el estudio Marvel, aunque su nombre figura en los créditos como productor y guionista.
En resumen, aunque no está a la altura de producciones superiores como Capitán American 2, El Hombre Hormiga es un film ameno y entretenido que acerca a este bizarro superhéroe al público general.
Por cierto, no se pierdan durante los créditos finales las dos escenas extras que se relacionan con algunos acontecimientos que veremos en futuras películas.