El hombre del norte

Crítica de Jorge Bernárdez - Subjetiva

El hombre del Norte es una de las películas más esperadas de este año. Su director Robert Eggers salta con esta producción de películas de bajo presupuesto y elenco reducido a una película manejada por una de las más importantes productoras de Hollywood y algo así como noventa millones de dólares para gastar. Si con La Bruja logró un éxito entre los amantes del cine de terror y luego con El faro sorprendió por sus recursos expresionistas, ahora tuvo durante el rodaje a muchos posibles espectadores preguntándose acerca de que se iba a tratar esa «película de vikingos» que estaba preparando. Ahora llegó y sabemos que es un relato de venganza.

Un niño ve a su padre, el Rey Cuervo (nada que ver con Tinelli o San Lorenzo) ser asesinado por su tío. El pibe huye de sus pagos mientras los esbirros del asesino lo buscan, enfrenta una marea embravecida mientras murmura: «Volveré para matar al traidor, vengar a mi padre y rescatar a mi madre». Tras el impactante prólogo, la película da un salto en el tiempo y nos encontramos a Amleth (Alexander Skargard) convertido en un fiero guerrero que asalta aldeas con otros tantos muchachotes y rompen todo lo que encuentran mientras gritan enfurecidos. Más o menos lo que las series y las películas nos han dicho que hacían los vikingos antes de tener fábricas de muebles de diseño y emborracharse mientras hablan de Kierkegaard. Pero entretenido con las ordalías que acomete con sus compinches, el joven Amleth no olvida que tiene una promesa que cumplir que lo corroe por dentro.

En todas las películas de venganza sabemos que todo va a terminar mal para el protagonista, salvo que sea Liam Neeson. Así que en una de esas destrucciones masivas que le gusta llevar adelante se topa con una novedad: la que era su tierra ya no le pertenece más al tío, otro sujeto ha invadido el reino y el asesino del padre de Amleth se instaló en un confín del mundo al lado de un volcán con la mujer y dos hijos. A esta altura, el espectador ya sabe que el otro hijo de la madre de Amleth era hijo del traidor pero la familia se agrandó. Sin dudarlo mucho, nuestro protagonista decide que es el momento de vengar lo de su padre y rescatar a la madre, así que se hace pasar por esclavo en venta y se suma a una embarcación que se dirige a ese lugar desolado en que se ha instalado la familia usurpadora del trono que ahora está viviendo de la compra y venta de esclavos y otras cuestiones igualmente edificantes que no se aclaran demasiado. En el viaje se encuentra con nuestra compatriota (ponele) Anya Taylor-Joy que no hace de argentina (porque claro, en la época en que se desarrolla todo esto América no había sido «descubierta»), sino que hace de Olga que es medio bruja y domina ciertos poderes de la mente. Olga y Amleth pegan onda enseguida y todos sabemos que va a llegar el momento en que pasará algo entre los dos, pero todavía falta porque el protagonista está obsesionado con lo de la venganza.

Antes de seguir digamos que si les suena el nombre Amleth es porque parece que William Shakespeare se inspiró en las desventuras de este personaje de las leyendas nórdicas para escribir su Hamlet, dicho lo cual hay que decir que la película está claramente inspirada en las obra del británico y eso se va a ver más claramente cuando el vengador se asiente las tierras de el asesino y se relacione con su madre la reina Gudrúm (Nicole Kidman), que le mete intensidad a su personaje y la hace parecerse a Lady Macbeth.

Eggers se toma dos horas quince para contar la historia de la venganza de Amleth y hay que rescatar que entre las referencias que dio cuando se empezaba a filmar esta película, el director habló de Conan, el bárbaro, aquella película que dirigió John Millius y que fue uno de los primeros éxitos de Arnold Scharzenegger. Así que tenemos uno de los más sólidos y sorprendentes directores de los últimos tiempos, que mezcla a Conan con Shakespeare, leyendas nórdicas, brujas, Odin y todos los personajes que habitan el Valhalla vikingo.

La mezcla salió muy bien. Vayan a las salas a comprobarlo, que es donde se debe ver el cine.

EL HOMBRE DEL NORTE
The Northman. Estados Unidos, 2022.
Dirección: Robert Eggers. ​Intérpretes: Alexander Skarsgård, Anya Taylor-Joy, Nicole Kidman, Claes Bang, Gustav Lindh, Ethan Hawke, Björk, y Willem Dafoe. Guion: Writers: Robert Eggers y Sjón. Música: Robin Carolan y Sebastian Gainsborough. Fotografía: Jarin Blaschke y Louise Ford. Distribuidora: UIP (Universal). Duración: 136 minutos.