El hombre del norte

Crítica de Hugo Zapata - Cines Argentinos

Con una corta filmografía, constituida hasta la fecha por La bruja y The Lighthouse (que no pasó por los cines locales), Robert Eggers consiguió llamar la atención entre los realizadores más interesantes que surgieron en Hollywood en los últimos años.

En El hombre del norte ofrece una propuesta diferente a sus filmes previos con una historia que se concentra más en género de aventuras y el apasionante folclore de la mitología nórdica. El argumento que escribió junto al compositor Sjón, frecuente colaborador de la cantante Bjork (quien tiene una breve participación como actriz), abraza la narrativa épica para construir un thriller de venganza que convierte a la serie Vikingos en una producción del Disney Channel.

Eggers recrea la famosa leyenda del príncipe Amleth que William Shakespeare tomó como inspiración para crear la obra de Hamlet. Los amantes de estos temas probablemente recuerden el antecedente de 1994, Prince of Jutland, donde Chrsitian Bale encarnó al príncipe desterrado dentro de un gran elenco donde además sobresalían Helen Mirren, Gabriel Byrne y Kate Beckinsale.

Si bien aquella fue una muy buena película, esta nueva versión la supera por completo por la intensidad que le aporta Eggers al conflicto y el predomino de los elementos esotéricos y fantásticos que se relacionan con la mitología nórdica. Aunque la premisa argumental es la misma en este caso encontramos una puesta en escena que toma elementos de la literatura pulp del Sword and Sorcery e inclusive el cómic.

Me costaría mucho creer que Eggers no repasó algún tomo de Thorgal, el supeclásico de la historieta belga de Jean Van Hanne o Northanders, la serie de Brian Wood, a la hora de inspirarse en la estética visual que presenta su obra.

Una característica para resaltar de esta producción es que cuenta con un ritmo narrativo mucho más dinámico de lo que fueron los trabajos previos del cineasta. El hombre del norte prácticamente no tiene momentos pausados y enseguida va al grano en la presentación de los personajes y el conflicto.

Pese a su duración de 137 minutos no le sobra una escena y ya desde la introducción del origen del protagonista el cuento se vuelve apasionante. Sobre todo por el hecho que Eggers también le aporta su propia identidad a esta recreación de la leyenda. La adaptación no se apega a ninguna versión literaria específica y aunque conozcas la trama hay algunos giros sorpresivos que trabajan de un modo diferente el vínculo de los personajes.

Dentro del reparto Alexander Skarsgård es la gran figura de este film con una gran composición del príncipe Amleth y conforma una muy buena dupla junto a Anya Taylor Joy, cuyo personaje aporta la simbología esotérica que contiene esta mitología.

En roles secundarios Nicole Kidman e Ethan Hawke también llegan a tener sus escenas destacadas. Eggers además sorprende con muy buenas secuencias de acción que siguen la escuelita de brutalidad extrema de Ridley Scott y retrata muy bien la cultura de violencia asociada al período histórico que se trabaja.

Más allá de sus virtudes técnicas y las interpretaciones lo mejor de la esta producción es que ofrece una experiencia audiovisual alucinante que es imposible de emular en otro lugar que no sea una sala de cine. Algo que no encontramos en todos los estrenos semanales, motivo por el cual resalto su recomendación.