El hombre de los puños de hierro

Crítica de Pedro Squillaci - La Capital

Con el pulso de Tarantino

Aunque este filme aparezca sólo presentado por Quentin Tarantino, “El hombre con los puños de hierro” tiene mucho de la estética del autor de “Tiempos violentos” y “Kill Bill”, e incluso algunos yeites tomados de su último trabajo “Django sin cadenas”. Ambientada en la China del siglo XIX esta es la historia de un grupo de guerreros que deben enfrentarse a una tradicional familia de asesinos enquistados en el poder. La historia está relatada desde un humilde herrero de pueblo, cuyo objetivo es juntar dinero para huir con su enamorada, quien es una de las prostitutas mimadas de un prestigioso burdel. La trama no tiene un vuelo superlativo, pero lo atractivo sucede a partir de las escenas de acción, que se mueven entre lo bizarro y lo fantástico. Pero todo está sustentado en un tratamiento de la imagen cuidadadosamente implementado desde el género gore. De modo que la sangre chorrea por litros, y hay muchos momentos en que las carcajadas ganan la sala. Con guiños hacia el western y una música precisa comandada por el director y compositor RZA, el guión también tiene algunos puntos altos en los diálogos irónicos, en los que seguramente talló el aporte de Eli Roth (“Hostel”). Entretenida y dinámica, “El hombre con los puños de hierro” es un plato apetecible para los fans de Tarantino. Queda la duda de cómo será un filme de RZA, cuando le toque crear un estilo propio.