El hijo de Piegrande

Crítica de Sol Videla - Alta Peli

El hijo de Piegrande.

Co-dirigida por Ben Stassen y Jeremy Degruson, la película está muy en línea con la presentación previa de nWave, Las locuras de Robinson Crusoe, que trató de ofrecer una nueva visión del clásico cuento. Ahora la reversión es sobre Piegrande (o Sasquatch), esa mitólogica criatura con apariencia de primate que se dice habita en la región del noroeste del Pacífico en América del Norte. El hijo de Piegrande, como su título bien lo anticipa, se centrará en contar la historia del hijo de esta peluda criatura.

Adam es un pre-adolescente que soporta a diario bullying en la escuela. Un día emprende una misión épica y audaz para descubrir el misterio que esconde la desaparición de su padre, solo para terminar descubriendo que es el descendiente del legendario Piegrande. El joven rápidamente se da cuenta que en sus genes corre ADN Neanderthal, y que tiene unos superpoderes que jamás hubiese imaginado, tales como crecimiento de cabello y pies, super audición, y el toque de cura (si, es en serio).

Al conflicto de enterarse que tu padre es Piegrande y que vos podrías convertirte en uno, hay que sumarle al villano: Wallace Eastman, un señor rubio vestido como Don Johnson que dirige la nefasta empresa Pelucas Copete (que odioso este doblaje, en realidad se llama HairCo). Eastman quiere conseguir a toda costa el ADN de Piegrande para crear una cura real para la calvicie que lo convertirá en millonario (más aún).

El hijo de Piegrande resulta medianamente entretenida, aunque en varios momentos se siente forzada la evolución de la trama y sus personajes. Además de los ya presentados, cuando lleguemos al bosque con Piegrande nos vamos a encontrar con animalitos: un oso, dos mapaches, una ardilla y un pájaro carpintero, que otorgarán la cuota cómica de la historia. Y por si se lo estaban preguntando, en esta película los animales hablan pero no con cualquiera: con quienes tienen el poder de la super audición.

el hijo de piegrandeA lo largo de sus correctos 90 minutos de duración encontraremos algunos pocos guiños para los adultos, uno a la serie Better Call Saul, otro al mundo de Disney, y otro a una subtrama relacionada al pelo, el poder y Donald Trump. También encontraremos ciertos refuerzos a habituales estereotipos, como que los orientales son amantes de sacar fotos y los habitantes de la India se dedican al soporte técnico telefónico. Dejando a un lado eso, El hijo de Piegrande nos regala algunas escenas graciosas, destacándose por sobre las demás la escena de los cazadores en el bosque.

En el rubro técnico, la animación es correcta, con maravillosas texturas como el efecto pelo mojado. El trabajo de voces en la versión doblada es realmente horrible, se aleja del español neutro y utiliza palabras como lunch y cool con frecuencia.

Conclusión:
Del estilo de La familia Monster, tanto en sus aciertos como en sus errores, El hijo de Piegrande resulta inofensiva, demasiado cursi en ciertos momentos. Una excursión medianamente entretenida y muuuy familiar que funcionará mejor con los niños más pequeños que aún no están listos para películas más sofisticadas del estilo Pixar o DreamWorks.