El hijo de Dios

Crítica de Juan Pablo Russo - EscribiendoCine

¿Fútbol para todos?

En El hijo de Dios, un western bíblico futbolero (2016) el binomio integrado por Mariano Fernández y Gastón Girod se adentra en el interior del deporte con más adeptos de la Argentina para construir una desopilante comedia con elementos del western y plasmada de referencias bíblicas.

En Birmania, un imaginario pueblito sometido a la tiranía futbolística de Pilatos, el comisario, debe celebrarse el tradicional partido de Pascua. Pero, nadie quiere enfrentarse al corrupto equipo integrado por los miembros de la policía local. Juan, Santiago y Tomás, tres amigos en medio de un viaje, aterrizan de casualidad en el lugar, son apresados en un dudoso operativo, y obligados a jugar el partido de fútbol a cambio de su libertad.

La dupla de directores construye una fábula paródica en torno a la actualidad del fútbol, pero narrando la historia en forma de western bíblico, donde el bien y el mal se enfrentan en un potrero representados por personajes del libro sagrado. Así aparecen desde Jesús, el salvador de la derrota, Pilato, Bautista o María Magdalena, mientras se entrecruzan con apellidos ilustres del mundo futbolístico como Houseman.

El hijo de Dios, un western bíblico futbolero es una verdadera rareza dentro del cine argentino. Una especie de "ovni"que se sale de todos los cánones, tendencias y modelos a los que habitualmente estamos acostumbrados. Inclasificable para bien, con un trabajo visual cuidado y una puesta en escena plasmada de detalles, se disfruta en su totalidad.

Más allá de lo gracioso que El hijo de Dios, un western bíblico futbolero puede parecer en un principio, no hace otra cosa reflejar la crisis del fútbol actual. Donde al deporte se la comió un negocio millonario, a la pasión el show business, y al fair play la corrupción. Y esto no es chiste.