El hijo de Dios

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

HASTA JESÚS ES FANÁTICO

Sus autores lo definen como un western bíblico futbolero. Y parte del enfrentamiento de ideologías en el juego, el orden y planeamiento férreo contra la gracia de lo espontáneo la creatividad y hasta el riesgo. Por eso Mariano Fernández y Gastón Girod imaginaron un pueblo donde el tirano jefe de policía se llama Pilatos, el aquero que no duda en reprimir, golpear o meter presos a cualquier “sospechoso” que puede convertirse en potencia rival en el partido anual. Hasta que se le cruzan muchachos fanáticos y un jugador llamado Jesús. Divertida, con todos los clichés del género aplicados con extrema prolijidad, logra un clima propicio con un grupo de buenos actores y la actuación especial de Norberto Verea que resulta impagable. Por momentos un poco redundante, pero definitivamente graciosa.