El guardián del zoológico

Crítica de Martín Morales - MM Críticas

UNA NOCHE EN EL ZOO

Cuando una idea es utilizada varias veces sin importar brindarle al espectador algo distinto, novedoso o sorpresivo, esa chispa de originalidad, de entretenimiento y de ingenio desaparece inmediatamente. Esto es lo que sucede en esta película protagonizada por Kevin James, la cual toma un hecho que ya se vio repetidas veces, más precisamente en las dos películas de "Una Noche en el Museo", para regalarle al público una serie de incómodas escenas de comedia, sin lucimiento actoral y con un guión que no logra aprovechar los detalles que va creando, y se basa en el golpe sencillo, práctico y poco divertido.
Griffin es un hombre que está enamorado de una mujer, pero hace cinco años ella le rechazó su pedido de matrimonio por no estar a la altura económica y laboral que ella merecía tener. Él es guardián de un Zoológico y, cuando los animales se enteran que posiblemente cambie de trabajo para tratar de reconquistar a su amor, deciden quebrar un pacto secreto y le comienzan a hablar. Con la ayuda de ellos el hombre va a tratar de volver a enamorar a Stephanie.
La historia es muy similar a otras del mismo género, no aporta novedades ni situaciones que no se hayan visto con anterioridad. El hecho que por las noches los animales del zoológico se liberen, hablen e interactúen entre sí, le aporta poca originalidad y destaque a la propuesta. Pero, pese a que este es uno de los grandes problemas de la película, son otros los inconvenientes que perjudican aún más la experiencia:
Por un lado, el humor es físico, poco ingenioso y algo elevado para el público infantil al que la cinta va dirigida. No hay escenas cómicas bien construidas, siempre se finaliza el acto con algún golpe o caída y no se crean diálogos que tengan un inventivo y sentido que le aporten inteligencia al relato. Son muchas las escenas incómodas que aquí se van presentando y se crea un sentimiento de "más bajo que esto no se puede caer", que increíblemente se va intensificando mientras los minutos van pasando. Hay un personaje que tiene una descripción muy mal lograda: un gorila que está solo; que es víctima de ciertos abusos por parte de otro cuidador; que no entiende a los humanos y que, sobre todas las cosas, quiere descubrir el mundo exterior, pero no la selva ni su lugar de origen, sino la ciudad y vivir la vida como los humanos (así de incoherente como suena). Hay una secuencia en la que el protagonista lo lleva a pasar "la mejor noche de su vida", van a un bar y recorren la ciudad. Una serie de escenas que dan vergüenza ajena.
Por otro lado, el trabajo actoral es bastante pobre y, si bien Kevin Jones es un buen comediante que logró destacarse en otras películas, aquí, producto de un guión poco interesante, su personaje se hace tedioso, aburrido y previsible. Quienes lo acompañan tampoco logran lucirse, Rosario Dawson es quien, dentro de las pocas exigencias de su libreto, logra sacarle un poco el sentido humano de su rol; mientras que Leslie Bibb, en un papel totalmente estereotipado, sobreactúa y hace lo posible por encajar en las necesidades del guión.
Otro de los problemas que aquí aparece, es la utilización de la voz en los animales. El director tarda mucho en mostrar dicha característica, no se logra entender a qué público fue destinada la propuesta, se puede apreciar un caos visual y sonoro cada vez que ellos aparecen, provocado por una dirección desordenada y poco fluida, y dichos personajes no poseen el destaque merecido, lo que ocasiona que se conviertan en roles secundarios innecesarios para contar la historia.
"El guardián del Zoológico" es una película mal lograda, con actuaciones que no se lucen, un humor poco inteligente y un guión que no aporta algo nuevo ni novedoso. Una comedia fallida y poco divertida.