El guardián del zoológico

Crítica de Diego Martínez Pisacco - CineFreaks

Los animales se divierten... el público no

¿Cinco guionistas? Sí, ni más ni menos que diez manos metieron su cuchara en este plato poco apetitoso que se ha dado a conocer como El Guardián del Zoológico; una comedia muy poco graciosa al servicio de un actor bastante ignoto por estas latitudes como Kevin James. Lo único que puede salvar comercialmente a esta producción de Adam Sandler dirigida por su habitual colaborador Frank Coraci es el “concepto” que intenta vender: los animales hablan (aunque nunca frente a los seres humanos) y deciden revelarle el secreto al personaje del título para ayudarlo a reconquistar a una ex novia.

¿Qué se puede rescatar de una película cuyas escenas de humor involucran a un tipo copiando el comportamiento animal en situaciones cotidianas? Nada, diría yo. O apenas dos o tres pequeños momentos, sumamente aislados, en los que surge a pleno la espontaneidad de un Kevin James que ha dado muestras de eficiencia con un material superior. Con el mismo Sandler en una comedia discretísima como Yo los Declaro Marido y… Larry o en la sitcom The King of Queens el muchacho de aspecto voluminoso ha salido bien parado. Ahora que sobre él recaiga todo el peso de una historia, y una tan finita como la de El Guardián del Zoológico, seguramente no es una idea brillante. Hasta ahora sus aportes más interesantes han sido como partenaire del actor protagonista (recuérdese también Hitch, Especialista en Seducción junto a Will Smith). Es ahí, en mi opinión, donde relucen sus mejores armas para la comicidad: expresividad, un lenguaje corporal que incorpora astutamente las peculiaridades de su físico y un perfil bonachón recurrente que se mete al espectador en el bolsillo con suma facilidad.

Como es costumbre en la filmografía de Sandler –por lo menos la de los últimos años- hay un “mensaje” humanista detrás de las payasadas, el slapstick y los clichés de tantas comedias románticas que hemos consumido en aras del entretenimiento. Griffin Keyes está obsesionado con recuperar a la tilinga Stephanie (Leslie Bibb) quien tiempo atrás se le riera en la cara al ofrecerle matrimonio. Roto el noviazgo Griffin no ha vuelto ha conocer a nadie que saque de su mente el recuerdo de la bella Steph (aunque la veterinaria que compone Rosario Dawson lo mire con buenos ojos). Como es un pan de Dios y no sabe qué hacer con su vida, los animalitos del zoo a los que ha cuidado con cariño y respeto por largos años empiezan a darle consejos con resultados catastróficos. ¡Y menos mal que desestimó la sugerencia del monito de arrojarle excremento a la hembra! A todas las demás pavadas Griffin las sigue a pie juntillas generando un montón de micro escenas embarazosas, de esas que dan vergüenza ajena y disparan la preguntas más obvias: ¿en qué estaban pensando? ¿Cómo se les ocurrió hacer semejante mamarrachada? ¿Nadie se percató de que los gags no funcionaban? ¿Existe el buen gusto en Hollywood?

Por más delirante que esto suene el compañero de andanzas de Griffin es un gorila. Que, no lo voy a negar, tiene una secuencia módicamente graciosa cuando salen de reviente a TGI Friday’s (tremendo chivo dicho sea de paso) pero teniendo en el elenco al divino botón al talentoso Ken Jeong (el asiático amanerado de ¿Qué pasó ayer?) como el encargado del serpentario uno hubiese preferido verlo a Kevin James interactuando más con otros comediantes de su talla. El tema aquí es que como producto dirigido al público familiar el filme fracasa sin discusión. Los animales no son simpáticos y todo el tema de conversación gira siempre sobre cómo atraer y seducir a Stephanie. Es una temática adulta con un tratamiento estupidizante. Y para colmo ni siquiera las voces originales de intérpretes de gran trayectoria como Nick Nolte (el gorila), Sylvester Stallone (el león), Cher (la leona), Adam Sandler (el mono), Maya Rudolph (la jirafa) y Jon Favreau (el oso Jerome) logran elevar a esta realización de la más rotunda mediocridad. Un paso en falso que quizás pueda remediarse con la próxima comedia de este mismo equipo: Here Comes the Boom, a estrenarse en el 2012.

Mientras tanto un aserto lapidario: El Guardián del Zoológico es en verdad impresentable…