El guardián del zoológico

Crítica de Diego Curubeto - Ámbito Financiero

Pasatiempo razonable, sólo para los más chicos

La premisa de esta comedia infantil romántico-zoológica es que en realidad todos los animales pueden hablar, sólo que no lo hacen abiertamente para no asustar a las personas. Viendo que el mejor guardián del zoo sufre problemas amorosos, con una chica que ya le rompió el corazón hace años y que ahora lo acepta si consigue un trabajo mejor remunerado, los animales se unen para ayudarlo, lo que redunda en romper el pacto y dialogar sin problemas con su amigo humano.

El asunto es bobo de por sí, y sería original si no se notara la influencia obvia de «Dr Doolittle» y la saga de «Una noche en el museo».

Por supuesto, hay gags con los animalitos parlantes que son graciosos, especialmente los que tienen que ver con dos osos peleadores y las constantes recriminaciones en público de la leona al león. El protagonista, Kevin James -también coguionista- hace un personaje entre naif y tonto con demasiados toques sentimentaloides, pero también interviene en algunos momentos eficaces de humor. La chica insoportable, Leslie Bibbs, realmente lo es, y la que podría haber estado mejor aprovechada es la talentosa Rosario Dawson como otra empleada del zoólogico que, tal como hasta los chicos se darán cuenta desde el comienzo del film, es el verdadero amor del protagonista.

No hay mucho más que agregar, salvo que técnicamente los animales digitales están bien resueltos, y que para chicos chiquitos éste puede llgar a ser un pasatiempo razonable.