El grito en la sangre

Crítica de Susana Salerno - N3F

Una historia de amor y venganza en el litoral de la Argentina en la década de los 50.

La trama está basada en la tercera novela del cantante folclórico y escritor argentino, Horacio Guarany, “Sapucay” editada en el año 1993. Llega al cine con algunos años de retraso desde su rodaje, con la dirección Fernando Musa. Tiene un clima gauchesco y con toques del western, con algunas similitudes a “Aballay, el hombre sin miedo” (2010) el western gauchesco de Fernando Spiner.

Ambientada en 1950 se desarrolla en algún pueblo del litoral de la Argentina, todo gira en torno a la muerte a traición de Calixto (Emilio Bardi) y como dice la tradición, su hijo mayor Cali (Abel Ayala, "Maradona, la mano de Dios"; “El niño de barro”) para que su alma pueda descansar en paz debe vengarlo. Su padre fue asesinado por la espalda en una carrera de caballos, él deja a su familia y atormentado por esta situación emprende un largo viaje con ese único objetivo.

En medio de un territorio hostil, inhóspito y en parte desconocido porque este joven recién sale a recorrer la vida y con esa sed enceguecida de venganza no tarda en meterse en líos de los cuales sale herido, pero quien lo encuentra siente algo especial por Cali (más adelante sabremos porque) lo cura y le da trabajo, el es Don Chusco (Horacio Guarany), capataz de una estancia y además lo trata como a un hijo. Pero en medio de tanto dolor, fantasmas, angustia y el encierro en el alcohol para ahogar sus penas conoce a Lucía (Florencia Otero) que toca el piano como un ángel y es la niña de la estancia, no tardan en sentir algo y como en una riña de gallos se deberá enfrentar a otro compañero de trabajo para disputarse el amor Lucía, el “Tape Ledesma” (Roberto Vallejos).

El relato tiene esa impronta gauchesca bien nuestra, con toques de nostalgia y tragedia, el título está relacionado con la historia, se intentan ir creando climas, en esa cabalgatas, peleas a cuchillo, las pulperías, carros, arreo, entre otras actividades que son parte de la historia .El cielo y las tormentas forman parte del paisaje y son resaltadas por la estupenda fotografía de Jorge Crespo (“Samurai”). Forman parte además: la voz en off de Guarany quien también es uno de los personajes con una buena interpretación, las actuaciones de Ayala, Vallejos y Otero están bien pero le faltaron algunos matices y el guión resulta un poco previsible.

Actores secundarios: Enrique Liporace (Patrón, Don Clemente), Luisa Calcumil (la abuela) Alberto Benegas (Nicasio) y María Laura Cali (Madre). Además actúan Ulises Dumont (1937-2008) y Carmen Vallejos (1922-2013) es la última película que filmaron (para recordarlos).