El Grinch

Crítica de Catalina Dlugi - El portal de Catalina

La creación de Dr Seuss es ya un clásico navideño pero esta versión de la productora Ilumination (“Mi villano favorito”, “La vida secreta de las mascotas”) se empeña en humanizar al villano, darle una justificación con una infancia en soledad que achica su corazón tres veces, y le hace odiar los festejos navideños que nunca existieron para él. Pero además le agrega una niña que transformara al gruñón verde en un ser amable. La niña en cuestión no pide juguetes para ella sino que Santa Claus alivie la situación de su madre que trabaja demasiado. Estos y otros añadidos de los guionistas Michael LeSieur y Tommy Swerdlow, como el reno regordete que resulta encantador y el vecino loco por la navidad que se empeña en abrazar al molesto protagonista, se sienten muy del universo del autor. Los directores Scott Mosier y Yarrow Cheney utilizaron un marco brillante y barroco, y dotando a la ciudad decorada para las fiestas con una creatividad meticulosa, alegre y encantadora. Así como las comodidades de la cueva-mansión que habita el protagonista. El perrito es sencillamente una estrella. Con la musica de Danny Elfman, los números musicales también cuenta como hallazgos. En la versión subtitulada se puede apreciar la calidad de Benedict Cumberbatch como el Grinch, Pharrell Williams como el narrador. La idea original de el Grinch de robarles la navidad a todos los habitantes de la ciudad, léase adornos, arbolitos y regalos, que sin embargo no impiden que todos los habitantes festejen igual, imbuidos del verdadero significado del festejo, no deja de ser una mirada anticonsumista verdaderamente única. Para disfrutar en familia (G.M.)