El gran pequeño

Crítica de Beatriz Iacoviello - El rincón del cinéfilo

Una joyita con mensaje de amor y fe

"Little Boy"(*), “El gran pequeño”, (“Little Boy” (*)), es una película que toca diversos temas, en general a los que atañe a la intimidación, el racismo, la guerra, lo social y en lo particular al de la familia. Con respecto a esta no sólo se refiera a la familia compuesta por padre-madre-hijos, sino también al concepto de familia que poseen los cristianos en general y los católicos en particular.

Asimismo es una muestra del amor de un padre por su hijo pequeño y viceversa. Otra pauta del filme es “hacer lo correcto” frente a la realidad que toca vivir. Si bien el mensaje de esperanza y optimismo es transmitido como “leiv motiv”, en ella se muestra a la vez el lado oscuro de cada ser humano frente a la inocencia de un niño.

Cuando el mundo está en pleno caos económico y social, con estallidos que preanuncian guerras ya sean civiles o entre naciones, ataques terroristas y refugiados masivos que tratan de escapar del horror, esta producción a través del humor, el drama, la acción y secuencias “imaginativas y fantásticas”, señala una vez más el desastre de una posible guerra mundial.

Valiéndose del “comic” que fue la campaña publicitaría sostenida durante la II Guerra Mundial por la “cultura pop” americana, no es de extrañar que “Little Boy”, con un relato semejante al de los filmes de los años ‘40, trate de llevar de manera subliminal a la reflexión sobre los males que acarrea la guerra.

"Little Boy" tiene lugar en la época del ataque a Pearl Harbor. La acción transcurre en una en la ficticia ciudad costera de California: O'Hare. "Al igual que se ve en las postale", dice el relator. Para reafirmar en el espectador su idílica singularidad el director se valió de auténticos productos del momento: autos, vestuario, y algunos afiches.

La subjetiva del filme es la mirada de Pepper Flynt (Jakob Salvatti), un niño de 8 años apodado “Little Boy” por su pequeña estatura, al que rechaza la pandilla de niños que circulan por el pueblo, entre los que no faltan una niña, un nerd y el gordo grandulón. El único gran amigo es su padre James (Michael Rapaport), un soñador, que lo instala en el territorio de la fantasía y que comparte su amor por los libros de historietas, películas y aventuras inventadas. Pero un día, James tiene que ir a la guerra en lugar de su hijo mayor, London (David Henrie), quien tuvo que quedarse en casa debido a sus pies planos.

Pepper queda desolado al ver partir a su padre a la guerra, pero un sermón dado por el párroco del pueblo (Tom Wilkinson) sobre el poder transformador de la fe, le genera esperanzas para pedir a Dios por el regreso de su padre. En unas pocas escenas se condensa una forma de pensamiento cristiano que el niño pone en práctica a través de máximas que le ofrece el sacerdote: alimentar al hambriento, albergar a los sin techo, vestir al desnudo, enterrar a los muertos, etc.

Luego se agrega una tarea que no le fácil realizar, hacerse amigo, el Sr. Hashimoto (Cary-Hiroyuki Tagawa), un hombre japonés de edad avanzada que ha vuelto a O'Hare después de ser liberado de un campo de concentración. Hashimoto ha sido objeto de desprecio y algunos actos de vandalismo. Pero, como un favor a su amigo, el sacerdote, él acepta a regañadientes compartir su tiempo con el pequeño, que a la vez es otro ser no aceptado por la sociedad. Como en "Karate kid" (1984), el hombre solitario e incomprendido se convierte en una figura paterna, mentor y protector de este niño atemorizado.

El mago de cómic "Ben Eagle" (Ben Chaplin) proporciona la dosis de ilusión que sirve para alimentar la imaginación del pequeño Pepper, que su madre (Emily Watson) no quiere alentar. Con un juego de semejanzas de homónimos Monteverde, recuerda que, "Little Boy", fue el nombre clave de la bomba atómica que se lanzó en Hiroshima. La mezcla de júbilo y muerte que se refleja en la escena en que el pequeño recorre en su ensoñación un páramo ceniciento, rodeado de cadáveres, es desoladora y se contrapone a la fantasía generada por el mago.

"Little Boy" se refiere a una América que se sumergió en un período tumultuoso, en el que el impacto y el alcance de la segunda guerra mundial crecía día a día, en la cual: el ejército necesita más soldados y hombres jóvenes en la primera línea. Las familias eran separadas y no se conocía la fecha de regreso de sus familiares, a veces por períodos indefinidos de tiempo, y otras por una carta que anunciaba la muerte. Una América que a su vez creó campos de concentración para ciudadanos japoneses, originando serios disturbios en la sociedad que se manifestaba tanto a favor como en contra de los mismos.

"Little Boy" junto con “El poder de la cruz” (“Do you relieve?”- Jon Gunn -2015) son las primeras del año basadas en el poder de la fe. "Little Boy", dirigida por el mexicano Alejandro Monteverde que instala la idea de creer en uno mismo, y en la propia fuerza de voluntad. Pero lo interesante de éste filme es que no toma partido y trata de demostrar que existen diferentes creencias, manteniendo el slogan de “cree en lo imposible” y conseguirás tu objetivo.

* * *
(*) Little Boy( Niñito o Niño Pequeño) fue el nombre con que se bautizó a la bomba atómica lanzada sobre la ciudad japonesa de Hiroshima el 6 de agosto de 1945. Little Boy fue lanzada desde el bombardero estadounidense B-29 llamado Enola Gay pilotado por el teniente coronel Paul Tibbets, desde unos 10 450 m de altura. La bomba explotó a las 8:15:45 AM (JST), aproximadamente, a una altitud de 600 m sobre la ciudad japonesa, matando aproximadamente a 140 000 personas.

Little Boy era una bomba cuyo diseño aún no había sido probado el día del lanzamiento, ya que la única prueba anterior de un arma nuclear (prueba Trinity, realizada cerca de Alamogordo, Nuevo México) era de plutonio, mientras que Little Boy era de uranio, sobre cuya fiabilidad no se albergaban tantas dudas.

Presentaba un aspecto alargado, color verde oliva, nariz chata y alerones cuadrados. De su superficie sobresalían sensores de radar y barométricos. Pesaba aproximadamente 4.400 kilogramos, tenía tres metros de longitud y setenta y un centímetros de diámetro.

Se fijó al avión con unos ganchos especiales (diseñados y fabricados por una empresa propiedad de Zeppo Marx). Tenía una potencia explosiva cercana a los 16 kilotones, equivalente a cerca de 16000 toneladas de TNT.

Enviada en partes a Tinian el 26 de julio de 1945, una parte fue transportada por el USS Indianapolis (CA-35) y el resto en avión.

Una vez ensamblada y armada bajo las más estrictas medidas de seguridad quedó a la espera, se requirió hacer al costado de la pista, una pista con foso para depositar en él la bomba. El Enola Gay tuvo que colocarse encima de este foso para que la bomba, mediante gatos hidráulicos pudiese ser levantada y colocada en el compartimiento de la bomba.

El B-29 Enola Gay necesitó de toda la pista para despegar con la bomba, que fue armada en vuelo por el técnico William Sterling Parsons. Esto consistía en colocar los pequeños sacos de pólvora convencional para el cañón, armarla eléctricamente, comprobarla y quitar los obturadores de seguridad colocar unos obturadores rojos y sustituir los verdes.

Fue la primera de las dos únicas bombas atómicas (junto con Fat Man) que han sido utilizadas en combate contra ciudades.