El gran Gatsby

Crítica de Fernando Iannantuono - Cine crítico

Pasiones millonarios

Atractiva historia de amor donde un extraño hombre se muda a la ciudad en busca de recuperar a su pasada novia quien resulta haber seguido con su vida y ahora se encuentra casada. Una trama fascinante y visualizada de manera atractiva, donde las emociones se exaltan a niveles apasionantes creando una película fuerte e inolvidable.
Baz Luhrmann dirige maravillosamente esta historia de amor pasional y posesivo, donde una emotiva historia de amor se mezcla con la opulencia millonaria para crear un cóctel de varios tragos únicos. Luhrmann logró crear climas tan intensos como atrapantes, mientras su visión tan particular hipnotiza al espectador ante cada evento lujoso. Leonardo Dicaprio y Carey Mulligan logran una química inolvidable y Joel Edgerton se presenta como una fuerza antagónica de temer.

Lamentablemente, a pesar de logra tener momentos memorables, la falta de consistencia en la película vuelve a la trama una historia partida, larga y difícil de seguir con atención. Al estar las grandes escenas, como puede ser la reencuentro entre Dicaprio y Mulligan o el enfrentamiento con Edgerton, unidas por instancias muy poco atractivas, provoca que la película termine siendo una trama de golpes fuertes, pero de poco fuerza emocional creciente. Es decir, se va perdiendo atención con el correr del tiempo.

Mientras tanto, uno de los aspectos más valiosos de la película, es la rara ambigüedad del punto de vista. A pesar de tener una reflexión final sobre lo sucedido en palabras del personaje de Tobey Maguire, se le da espacio al espectador para que saque sus conclusiones sobre los sucesos de la trama. Un detalle muy poco común en grandes producciones, las cuales suelen no dar espacio a diferentes interpretaciones.

No obstante, "El gran Gatsby" tiene el problema central de no poder darle a Tobey Maguire la trascendencia necesaria para mantenerlo como personaje principal. Aunque él interceda en todas las escenas ubicándose en el centro de los acontecimientos, siempre queda relegado a un mero observador. Si bien no es un error inicialmente, la falta de características singulares que permitan la identificación con el espectador vuelven demasiado arriesgada la estructura de la trama ya que si el espectador no encuentra interesante al protagonista, su injerencia en la trama va provocar indiferencia o aburrimiento. Por ejemplo, las escenas donde Tobey Maguire narra o escribe sobre el pasado, prueban estar demás.

En definitiva, la película tiene una gran producción artística reflejada en una opulencia visual e interpretaciones asombrosas que encasillan una historia llena de matices en una simple historia romántica. La cual entrega notables escenas, pero ya entrando en el desenlace la misma termina totalmente agotada y la experiencia resulta apasionante y extenuante.