El futuro llegó

Crítica de Rocío Belén Rivera - Fancinema

LA RESISTENCIA ARGENTA FRENTE AL NEOLIBERALISMO

Resuena en nuestros oídos aquel dicho popular que dice que los españoles conquistaron y saquearon nuestro territorio utilizando “espejitos de colores”, es decir, mintiendo y engañando sobre aquello que harían en nuestro territorio y ocultando las terribles consecuencias que eso conllevaría. Sin embargo, no fueron sólo los españoles quienes nos han engañado, sino que la neoconquista en el Siglo XX y Siglo XXI siguió adelante con otros “espejitos de colores”. De esto se trata el documental argentino El futuro llegó, film que exhibe la realidad de la localidad de Ingeniero White, aquella que se había prometido llegaría a ser la “California argentina”.

Con un relato plural de diferentes agentes internos y externos a la comunidad de Ingeniero White, el documental rastrea la historia social, económica y cultural de este pueblo perteneciente a Bahía Blanca. Comenzando por una historización de la actividad pesquera preponderante en esta ciudad portuaria, la película relata de forma casi cronológica la serie de mentiras, promesas y estafas llevadas a cabo por las empresas que prometían trabajo y progreso para esta ciudad. Se relata de forma directa, a través del testimonio de vecinos de la zona, cómo se fue deteriorando la economía de la zona portuaria, y cómo las inversiones y la explotación obrera, junto con la precarización y tercerización del trabajo portuario, llevó al declive de la economía local. La misma experiencia desastrosa del modelo neoliberal aplicado desde 1976, es relatado y explicado, al mismo tiempo, por economistas, trabajadores municipales e historiadores (como Osvaldo Bayer), figuras que sirven para complementar y dar voz de autoridad de la cruda realidad que el documental relata.

Mostrando la toma de conciencia de los vecinos de la ciudad, que nos llega a través de la voz de sus relatos, y de un municipio con una conciencia histórica para tener presente lo que sucedió con su economía, ejemplificada a través de la visita al museo ferroviario que atraviesa transversalmente el relato, el documental explicita la capacidad de poder de la gente si se organiza en pos de una calidad de vida mejor y en contra de las medidas neoliberales que tanto daño han hecho a nuestro país. Por medio de representantes del museo, de personajes ya emblemáticos de la ciudad, de una maestra comprometida con su quehacer de enseñar, el film muestra a sujetos empoderados y comprometidos en cuestionar lo establecido y accionar para cambiar las injusticias que les tocan vivir.

El futuro llegó se postula entonces como un ejercicio de memoria colectiva de aquellas medidas económicas del pasado pero, por qué no, también del presente. Investigar, cuestionar, entender, comprometerse, debe ser un ejercicio de cada uno de los ciudadanos de un país para con su economía y su política, cuestionar los “espejitos de colores” cuando se los percibe y sobre todo, la idea de progreso, bandera con la que tanto daño se ha hecho a los países “subdesarrollados”, como el nuestro.