El fin de la espera

Crítica de Juan Carlos Fontana - La Prensa

La corrupción política

El director y guionista aborda el tema de la injusticia y el tejido social dañado a través de las corruptas gestiones llevadas a cabo por los distintos gobiernos locales.

Como en "Rita y Li", su filme anterior estrenado hace un par de semanas atrás, Francisco D"Intino vuelve a elegir un tema social para llevar al cine.

Si en la anterior trataba el tema de dos mujeres inmigrantes, explotadas por un policía corrupto, en "El fin de la espera", es un hombre de más de sesenta años, que se encarga de una granja-hogar para chicos de la calle.

Esta es la última película en la que actuó Ulises Dumont, él que falleció pocos meses después de terminado el rodaje, que se realizó en la provincia de Tucumán.

Jacinto, a cargo de Dumont, es la historia de un hombre que intenta creer en una justicia utópica. Una fundación primero le entrega las tierras para construir ese hogar para niños y luego se las quita, a la vez que es estafado por un funcionario público que le promete una suma de dinero y luego le entrega un mínimo de lo pautado.

El director y guionista aborda el tema de la injusticia y el tejido social dañado a través de las corruptas gestiones llevadas a cabo por los distintos gobiernos locales.

El director se apoya en los afectos y le otorga un final inesperado a este filme simple y directo, con una admirable actuación de Ulises Dumont.