El faro

Crítica de Ramiro Pizá - Metafilmika

“Se lo que has hecho”
Un thriller en una isla remota Tormentas, manipulación psicológica y gaviotas. Este filme en blanco y negro destaca por sus recursos técnicos y su trama con fuerte arraigo teatral.
The lighthouse (2019), es un largometraje estadounidense dirigido por Robert Eggers. Su obra fue nominada a la categoría “mejor fotografía” en los premios Oscar y en los BAFTA.
1890, Nueva Inglaterra. Ephraim (Robert Pattinson) es un joven que debe cubrir un turno de 4 semanas en un faro. Su compañero es el experimentado guardia marino Tommy Wake (Willem Dafoe). Ambos llegaron a este trabajo por motivos distintos y su convivencia estará marcada por asperezas y misterios. La sala de máquinas del faro genera intriga; el joven quiere saber qué sucede ahí, el viejo es muy cauto y temeroso de lo que pueda averiguar.
La banda de sonido del film es muy buena, pues trabaja con fuentes sonoras reales como el zumbido del faro, el mar, el viento, las gaviotas y las tormentas. La música extradiegética se funde muy bien con el ambiente sonoro; destacan el glass harmónica, las cuerdas y los instrumentos de viento de metal. Desde la iluminación se trabaja en clave baja y con pocas fuentes lumínicas, pues el objetivo es recrear un thriller de época. Es más, se filmó en blanco y negro y se emplearon rollos de película y cámaras antiguas. En este sentido, la dirección de fotografía se apoyó en el contraluz, las sombras difuminadas y las siluetas.
La estética es excelente y sus recursos técnicos son los siguientes: la relación de aspecto [1.19:1], que nos encierra en la experiencia de Ephraim en el faro; la lógica del campo contracampo, para observar la subjetividad y las reacciones de Ephraim; los planos generales y los planos fijos, para captar la totalidad de la escena; y los movimientos de cámara, como el travelling lateral y el boom up—down. Desde el montaje prevalecen los cortes directos. Las elecciones de casting son acertadas y el trabajo de la dirección de arte destaca por su reconstrucción de época.
El argumento es efectivo y compacto; aún así se vuelve reiterativo y no ofrece nuevas expectativas. El guión hace foco sobre las rutinas, los gestos, los rostros y los objetos —alcohol y cigarrillos—. Y los diálogos oscilan entre respuestas simples y monólogos teatrales extensos. Los actores ofrecen personajes convincentes, robustos; sus vínculos crecen en tensión psicológica. El anclaje reside en el esfuerzo físico y mental por sobrevivir allí.
La estructura de personajes es convencional: las relaciones entre el hombre experimentado y el joven novato. Algunas referencias fílmicas sobre esta dupla ficcional son los films Día de entrenamiento (Antoine Fuqua, 2001) y Whiplash (Damien Chazzele, 2014).
"La obra de Eggers propone un thriller con factura técnica fuera de lo común. Los actores, la dirección de fotografía y su banda de sonido son eficaces, pero la trama termina por ser densa y reiterativa."