El exótico Hotel Marigold 2

Crítica de Paraná Sendrós - Ámbito Financiero

La salvan el colorido de la India y el carisma del elenco

Se pasa el rato con esta secuela, pero mejor van a pasarla quienes no hayan visto la comedia original. A fin de cuentas, no necesitan gran esfuerzo para comprender que el Marigold es un hotel hindú medio familiar, donde han recalado varias personas de edad más que suficiente, todas inglesas, que quieren vivir tranquilas. Quien no vive tranquilo es el joven gerente, que corre de un lado para otro con afán expansionista y matrimonial. En efecto, quiere ampliar su empresa con un nuevo hotel, y también quiere casarse de una vez con su linda novia. Ambos proyectos arriesgan ser incompatibles.

Entretanto, las antedichas personas de edad viven sus respectivos problemas, casi todos soportables (y el gerente les pasa lista, para comprobar si todavía viven). La gracia de estas dos películas reside en el colorido de la India y el carisma de su elenco: Judy Dench, Maggie Smith, Bill Nighy, Celia Imrie, la dupla Diana Hardcastle y Ronald Pickup, es decir, un ramillete de la más rancia escuela inglesa de actuación. Da gusto ver con qué gracia y señorío alicaído se chancean las viejas damas, y cómo se florea Nighy cada vez que abre la boca.

Falta Tom Wilkinson, el Graham Dashwood de la primera película. Y, para completar este seleccionado y hacerlo más regocijante, debería aparecer sir Michael Caine, el grande. En cambio aparece Richard Gere. Un modo de asegurar el mercado norteamericano y el target de las señoras mayores de todo el mundo, por supuesto, pero no molesta. Además, es un tipo bien ubicado. Más molestia causa la composición del joven Dev Patel, inglés de ascendencia hindú, como gerente ridículo, obsecuente y cargoso. Lo mismo, varios chistes repetidos, el ritmo inicial, la extensión innecesaria, lo previsible de ciertas resoluciones, el histrionismo facilón del baile a lo Bollywood for export que se introduce como gran atracción de la noche. A señalar, Rajesh Tailang en rol de chofer. Y el lugar donde se filmó, un hotelazo de Jaipur con todos los chiches de real exotismo llamado Pearl Palace Heritage Guesthouse, que cobra apenas 2.400 rupias por noche la habitación más barata. Aceptan maravedíes.