El exótico Hotel Marigold 2

Crítica de María Inés Di Cicco - La Nueva Provincia

El Marigold tiene pasaje completo

Con un elenco de ilustres, la comedia americana y de acento inglés repite una fórmula que le dio frutos.

“Si resulta, para qué cambiar..." parece haber sido la premisa del guionista Ol Parker y el directo John Madden frente a la secuela de El exótico Hotel Marigold, una comedia dramática de 2012, que reunió a la crema de la actuación británica y le sumó el ingrediente hindú que le aporta.

Buena parte del reparto coral de la primera película constituye el pasaje inamobible de este segundo tour, al que se incorporan Richard Gere y Tamsin Greig, un poco de cada etnia para continuar el balance que dio buenos resultados en el pasado y procura repetirlos en esta nueva edición.

La trama continúa la historia previa, aunque no es necesario ver la primera película para entrar en clima con la secuela.

Sonny, el joven hindú que logró rescatar al derruido Hotel Marigold, que ya tiene pasajeros permanentes, pretende expandir el negocio abriendo una sucursal con ayuda de Muriel una mujer que aprendió los beneficios de la amabilidad.

Aunque los problemas edilicios son menores, el trajín que implica el proyecto más una boda en en curso y la presencia de nuevos -misteriosos- pasajeros, dan para llevar y traer y repetir las andanzas de un grupo de adultos mayores que encuentran en este espacio un lugar donde renovar oportunidades y reinventar la vida.

Las diferencias respecto del filme anterior son funcionales a la historia, siempre con final confortante y un marco fotográfico y turístico, un buen condimento.