El exótico Hotel Marigold 2

Crítica de Gabriela Avaltroni - Función Agotada

Siempre se escucha que las segundas partes nunca fueron buenas, salvo excepciones, y menos aún si la predecesora no es una joya. El Exótico Hotel Marigold 2 (The Second Best Marigold Hotel), es un compendio de situaciones que no avanzan claramente para ningún lado.

El reparto más o menos es el mismo, Judi Dench, Maggie Smith, Bill Nighy y Dev Patel. Estos personajes (excepto Patel) tratan todo el tiempo de demostrar y autoconvencerse que todavía se pueden mover. Porque la vida es vitalidad y sí estás quieto se te pega la muerte. Una práctica rutinaria que tienen los huéspedes de este hotel es no faltar a la asistencia matutina, quién no responda con un “acá estoy”, van derechito a la habitación a buscarlo porque seguro estiró la pata.

Por un lado, el personaje de Judi Dench se encuentra en la incertidumbre, si acepta un trabajo más comprometido o se la juega por amor, pero claro ella no se da cuenta que el reloj avanza a pasos agigantados y si no aprovecha ahora… Después está Maggie Smith, que pinta ser la primera en dejar las instalaciones pero por ser la mayor del grupo, es la sabiduría personificada. Su personaje está algo achacado, no quiere saber nada más pero es la que alecciona a todos incluido los espectadores.

El Exótico Hotel Marigold 2 es una pérdida de tiempo.
Lo más tedioso de esta secuela es el personaje de Dev Patel, tan exaltado que cansa a los cinco minutos de película, y encima dura más de dos horas. Este chico, tiene que lidiar con su histrionismo, con los celos, con la presión de su casamiento, con el nuevo amorío de su madre y con la discutidísima compra de un nuevo hotel.

No hay que olvidarse que para darle un toque de juventud aparece Richard Gere, muy canoso pero con toda la onda. Por supuesto enamorará a la más picarona del grupo pero su corazón irá para otro personaje.

El Exótico Hotel Marigold 2, es una película que intenta aleccionar durante todo su metraje y para enfatizar la acción se apoya en el clásico acercamiento al rostro con una musiquita agradable.